Estos son los fármacos que todo hospital debe tener ante una crisis nuclear

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Miguel González Barcia, Francisco Cajade Pascual y María Puente Iglesias, en el puesto de elaboración de productos no estériles de la farmacia del CHUS
Miguel González Barcia, Francisco Cajade Pascual y María Puente Iglesias, en el puesto de elaboración de productos no estériles de la farmacia del CHUS cedida

Investigadores del CHUS enumeran los medicamentos y fórmulas magistrales útiles contra la exposición radiactiva

19 oct 2022 . Actualizado a las 12:45 h.

DTPA-Ca, azul de Prusia, penicilamina, dimercaprol, bicarbonato sódico, yoduro potásico, solución de lugol 5 % y perclorato potásico son los medicamentos y fórmulas magistrales que deben estar almacenados en todo complejo hospitalario que se encuentre en una situación de emergencia o amenaza nuclear. Así lo indican miembros del servicio de Farmacia del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS) en un artículo publicado este mismo año en la revista científica Ibero Latin American Journal of Health System Pharmacy, y cuyo objetivo es el de actualizar las claves para paliar y prevenir los daños de una potencial radiación sobre la población.

«Nunca desde la crisis de los misiles de Cuba en 1962, la humanidad ha estado tan cerca de un conflicto nuclear como en la actualidad con la guerra de Ucrania», destacan los firmantes en el paper, dirigido por el doctor Miguel González Barcia, responsable de elaboración de medicamentos del CHUS. «Ante unha situación que supoña unha exposición masiva á radioactividade, o soporte vital e a distancia respecto ao lugar de exposición é prioritario. Con todo, pode recorrerse tamén tanto a fórmulas maxistrais elaboradas dende os servizos de farmacia como a medicamentos comercializados», destacó González Barcia, que afirma que los medicamentos son útiles frente a la radiactividad de yodo, cesio, talio, galio, polonio, tecnecio y uranio.

Los investigadores comentan que pueden actuar tanto de manera preventiva como paliativa aunque, en el caso de una situación de irradiación de yodo radiactivo, que produce cáncer de tiroides, una de las sustancias químicas con más evidencia sobre su utilidad es el yoduro potásico. Aunque en España no se dispone de presentación comercial, su fórmula magistral se puede elaborar desde los servicios de Farmacia Hospitalaria. La población diana en la que se debería priorizar su uso, explican, son los niños menores de edad.

La solución de lugol 5 % es otra opción que destacan contra el yodo radiactivo, mientras que para pacientes alérgicos al yodo, la alternativa pasa por el perclorato, del que tampoco existen fármacos comercializados en España, pero que consideran que puede elaborar su fórmula magistral en caso de crisis nuclear. Destacan los investigadores que en un accidente nuclear, además del yodo radiactivo, hay otros radioisótopos tóxicos como el cesio y el talio, contra los que se puede usar el azul de Prusia, cuyos ensayos realizados en humanos demostraron que reduce la semivida del cesio desde 110 a los 40 días, y en el caso del talio, de los 8 a los 3.

Efectos secundarios

En el artículo también se informe que el DTPA ayuda a reducir los efectos secundarios de la radiactividad de americio, cobalto, indio, iridio y plutonio, mientras que destacan que, a pesar de que todavía están en estudio y cuentan con pocos ensayos que respalden su eficacia, existen compuestos naturales que por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatoria podrían utilizarse como radioprotectores, como es el caso de flavonoides, alginato, fucus vesiculosus; y compuestos sintéticos como el clorhidrado de tetraciclina, calixareno, lisinopril y angiotensina.

«La farmacia hospitalaria desempeña un importante papel en dos aspectos claves para protegerse ante la radiación, por un lado, al encargarse de la gestión integral farmacoterapéutica de medicamentos comerciales utilizados en condiciones especialistas, y por otro en la elaboración de medicamentos individualizados como fórmulas magistrales», reconocen los firmantes de la revisión bibliográfica, en la que además de González Barcia están los investigadores Cajade Pascual, Puente Iglesias, Zarra Ferro y Fernández Ferreiro, que marcan los medicamentos que deben tener a mano los hospitales en amenaza nuclear.

«Non se pode ir á farmacia de forma persoal solicitando ioduro como preventivo»

El doctor Miguel González Barcia, responsable de las elaboraciones que se realizan en la farmacia del CHUS, tiene claro que estas indicaciones están pensadas para profesionales y no para el público en general: «Non se pode ir á farmacia de forma persoal solicitando ioduro como preventivo». Entiende que ante la amenaza de un conflicto mayor en Ucrania es importante que los hospitales se preparen en caso de un accidente o explosión nuclear.

En el caso de las medicinas citadas, «utilízanse seguindo as recomendacións das autoridades sanitarias». Explica que la población pediátrica es la diana del yoduro potásico, mientras reconoce que «toda a poboación se beneficiaría para a prevención do cancro de tiroides». A pesar de ello, destaca que «é importante que a poboación entenda que o uso de ioduro só debe administrarse cando as autoridades sanitarias o recomenden, non de motu propio». Recomendación que choca con la demanda de yodo que han vivido las farmacias comerciales desde la irrupción de la invasión rusa de Ucrania.