Crecen las multas en terrazas en Santiago un 17 % en el año más turístico para la ciudad
SANTIAGO

El Concello ha tramitado ya sesenta y advierte que mantendrá el control
11 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El verano más concurrido turísticamente en la ciudad no solo se ha dejado notar en el bullicio callejero y en la ocupación hotelera, que ha batido récord de pernoctaciones. La presión de la demanda sobre las terrazas de hostelería ha sido también notoria, como el incremento de denuncias que se han formulado a lo largo del año por el mal uso de esos espacios. Hasta sesenta sanciones se han tramitado o estaban en curso a finales de este septiembre jacobeo, lo que supone más del 17 % que en todo el 2021, cuando el año había concluido con 51. Y son quince más que el último año prepandemia, el 2019, en que Urbanismo había tramitado 45.
Excesos en el horario de cierre, pero sobre todo en la ocupación del espacio autorizado, están detrás de estos expedientes, que abre la Policía Local, aunque se concluyen en el área de Urbanismo con sanciones que tienen el mínimo en 150 euros, si bien hay casos que pueden alcanzar hasta los 3.000. Urbanismo había recibido hasta finales de septiembre 35 expedientes de los cuarenta iniciados por la Policía Local, aunque este departamento tiene todavía pendientes de tramitación otros 20, entre los que destacan, más allá de excesos horarios y de espacio, las multas a aquellos que hicieron caso omiso de la campaña de los últimos meses para que los establecimientos retirasen el mobiliario de las terrazas antes de cerrar el local.
Pese a este incremento, el concejal de Seguridade, Gonzalo Muíños, no entiende que haya un problema serio con esta actividad, si bien reconoce que el buen tiempo y la gran afluencia turística generó una gran ocupación este año. Pero afirma que el Ayuntamiento seguirá controlando. Porque control hay, y ahí están los datos, decía en el último pleno de la corporación, al que Compostela Aberta (CA) llevó su preocupación ante las quejas que le estaban llegando de vecinos que se vieron con problemas para transitar por zonas de terrazas, incluso para acceder a sus viviendas.
CA pedía expresamente que se controlase el respeto a la ordenanza una vez que la hostelería ya podía desarrollar plenamente la actividad en el interior de sus negocios. Precisamente, por las restricciones de la pandemia, el Concello había autorizado la ampliación de terrazas, una medida compensatoria frente a las limitaciones que trajo el covid y que se mantuvo hasta el 30 de abril.
La Asociación Hostelería Santiago no quiere ver intencionalidad detrás de este incremento. Su presidente, Thor Rodríguez, busca más bien explicaciones en despistes y desajustes en los planos que orientan la instalación de las terrazas, pero, sobre todo, en la aplicación de la normativa que exige la retirada del mobiliario, después de la permisividad precedente. Si bien reconoce que el Concello hizo una campaña informativa al respecto, entiende que son los casos que todavía no lo asumieron los que justifican en mayor medida ese incremento.
Según Rodríguez, en Santiago no hay un problema expreso con las terrazas: «Aquí se cumple». «No es una ciudad problemática, es superordenada y no está representando ningún tipo de problema», y «siempre se cumple con los 1,80 metros de paso para las personas», dice, aunque también admite que aquellos que incumplan por hacer abuso no tienen ningún tipo de defensa. De hecho, afirma que todo aquel que «haga abuso y la utilice de forma inadecuada también es competencia desleal para los demás».
Muíños recuerda, en cualquier caso, que el uso del espacio público es una cuestión de equilibrios. «Cuando somos turistas, a todos nos gusta estar de terraza, pero hai que respectar eses equilibrios e, por riba, de todos está o acceso aos edificios».