Comienza la vacunación del covid en los vacunódromos: «¿Mellor no centro de saúde? Iso nin se pregunta, isto é un incordio»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Unos 2.600 mayores de 85 o más años estaban citados este viernes en el Gaiás para la cuarta dosis; la vacunación de la gripe llegará a trece mil niños del área sanitaria de Santiago 

15 oct 2022 . Actualizado a las 14:53 h.

Se pusieron todas las facilidades posibles: sillas de ruedas para personas con poca movilidad, un espacio para que pudiesen llegar los coches de los mayores que apenas pueden caminar, personal de protección civil... Pero la realidad es que los mayores de 85 años hubiesen preferido ponerse la cuarta vacuna del covid, o segunda de refuerzo, en su centro de salud, y no desplazarse al Gaiás, que reabrió su vacunódromo citando a 2.600 personas del área sanitaria de Santiago en la primera jornada.

La jornada transcurrió con tranquilidad, fluida pero con ritmo. En la Cidade da Cultura había doce puestos abiertos con opción a ampliarlo a 18, cubiertos por 24 enfermeras y cinco auxiliares. Victoria Carral, directora de enfermería del CHUS y coordinadora del proceso de vacunación, asegura que serán flexibles a la hora de inmunizar a la gente, «vacunamos a todo el que viene, aunque su cita sea para la tarde, para otro día o incluso a alguna persona que se tenía que vacunar en otro lugar». Todo para intentar que esta cuarta dosis cause las menos molestias posibles.

Aún así, los mayores de 85 insisten en que preferían ponerse esta protección en su ambulatorio habitual, «¿mellor no centro de saúde? Iso xa non se pregunta, isto é un incordio», dice Rogelio Blanco, de Noia, a quien tuvo que traer su nieta Antía, «o ano pasado puidemos vacinarnos no centro de saúde, e este vir aquí e depender da neta!», lamenta. Antía lo trae encantada, «non hai problema, pero é verdade que estou estudando e hai que adaptar os horarios».

XOAN A. SOLER

En otros casos, como el de Pura y Agustín, de Santiago, han tenido que recurrir a un amigo, «pero siempre hay que depender de una persona o coger un taxi», cuenta Agustín, que es quién acaba de recibir la vacuna, ya que su mujer aún no llega a los 85.

Lo que está claro es que estos productos funcionan y protegen a los mayores. De la media docena de entrevistados, ninguno tuvo el covid, y tampoco la gripe en los últimos años. De hecho, en estas jornadas de vacunación frente al covid se ofrece también la protección frente a la gripe, aunque no todos la quieren, «eu nunca me vacinei e non teño gripe», apunta Ramón Castaño, de 85, que vino en autobús desde Monforte de Lemos.

El Sergas insistió en que los mayores que no quieran desplazarse a los vacunódromos serán repescados por el sistema y se les citará en su centro de salud. No obstante, en el momento en el que reciben la notificación, este colectivo suele acudir. «Eu veño con miña nai e meu tío desde Serra de Outes, sei que podían ir ao centro de saúde e é moito máis cómodo, pero como xa llo dixera e estaban coa intención, pois quixeron vir», cuenta la hija y sobrina de Regina y Álvaro Domínguez, respectivamente. Los dos son nonagenarios, Regina tiene 90 y su hermano cumplió 93 años el 10 de junio. Ni enfermaron de covid ni últimamente de gripe, y sobre la posibilidad de llegar a ser centenarios, apuntan, «se chegamos así, si».

Tres enfermeras salen del recinto de vacunación para poner la cuarta dosis a los mayores que por problemas de movilidad ni siquiera pueden salir del coche. Es cierto que «somos selectivos», apunta Victoria Carral, porque los responsables del Gaiás no son partidarios de que suban muchos vehículos, pero dan todas las facilidades que pueden.