La intervención policial impone orden en la dársena de Xoán XXIII

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Los vecinos denuncian alboroto nocturno, peleas y suciedad

07 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Al asentamiento de al menos cinco personas sin hogar en la dársena de Xoán XXIII volvió la calma después de unos días de fuerte alboroto nocturno, según denunciaron los vecinos de las zonas más próximas. El pasado lunes, a los que habitualmente duermen en la dársena se sumaron varios que se enzarzaron en disputas y generaron inseguridad entre los residentes. «Llegaron a juntarse allí unas diez personas o más, que hacían de todo», dijo una vecina de la Costa Nova. Una residente del entorno llamó la atención sobre la primera imagen que perciben los visitantes al cruzar la dársena tras bajar de los autobuses turísticos.

Ante las quejas vecinales, la Policía Local, junto a operarios de Urbaser, se desplazaron a la dársena en la tarde del miércoles para limpiar la zona y retirar cartones y mantas que los sin techo dejan para volver a utilizarlos por la noche. La presencia policial consiguió aplacar el jaleo de estos días, y en la noche del miércoles solo cinco personas volvieron al lugar para dormir, pero se marcharon muy temprano, ayer. Fuentes de Servizos Sociais indicaron que poco antes de las 23 horas del miércoles, coincidiendo con la salida semanal del personal de este departamento municipal para ofrecer asistencia a los sin hogar, solo estaban en el lugar cinco de ellos. Dos perciben algún tipo de prestación, y uno rechazó que se iniciaran los tramites para compartir piso por no estar conforme con las condiciones. La responsable del programa de sin hogarismo apuntó que se trabaja con todos para intentar que abandonen la calle, y se controla su situación sanitaria. Estas mismas fuentes indicaron que se trata de personas que llegaron a Santiago hace poco tiempo. Las cinco de la dársena de Xoán XXIII están repartidas entre el espacio que hay junto a la oficina de información, la cafetería y los baños, y en el acceso a la dársena de los autobuses.

En septiembre hubo menos personas durmiendo en la calle

De acuerdo con los datos del programa de sin hogarismo, el número de personas que duermen en la calle está descendiendo, y además «cada vez es más habitual que sean caras nuevas», afirma la responsable. Esto significa que aquellos que optan por aceptar vivir en pensiones o pisos compartidos no están recayendo. El pasado mes de septiembre había una media de diez personas en la calle frente a las 16 del mismo mes del año pasado, y las 26-24 del año 2020. Servizos Sociais apunta que se está trabajando con todos y se les ofrece una solución habitacional, que puede ser en piso compartido o en pensiones, pero «siempre con unas condiciones mínimas de compromiso».