Las pintadas vuelven a atacar el patrimonio de Santiago en el Arco de Palacio y la iglesia de Santa Susana

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

El Concello asume que no es viable poner más cámaras de control en el casco viejo

01 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los atentados contra el patrimonio vuelven a encontrar en la Catedral y su entorno un lienzo para seguir su expansión. Por enésima vez, la puerta de Arco de Palacio ha aparecido emborronada con grafitis que, si bien pueden ser limpiados sin que la operación resulte muy costosa, entran en un ámbito que dio lugar a un pronunciamiento del Tribunal Supremo a principios de año que endurece la ley. De acuerdo con su nuevo posicionamiento, las pintadas que hasta ahora se quedaban en meras sanciones para sus autores cuyo importe oscilaba entre 100 y un máximo de 600 euros pueden ser consideradas como delito por el hecho de tener que restaurar un bien del patrimonio histórico-artístico. Y en la zona monumental de Santiago no solo tiene esa catalogación la Catedral, sino todos los edificios que son patrimonio.

Pese a ese cambio legal, los vándalos del grafiti siguen a lo suyo, desatendiendo también el mayor control de su actividad que supone el refuerzo del sistema de cámaras de seguridad desplegado en el casco histórico. Porque a las que ya había instalado la Policía Local se suman las más de 40 implantadas en el marco del programa Smartiago. Aunque se trata de dispositivos enfocados principalmente a la vigilancia del flujo de vehículos y peatones, el Concello ya advirtió que también permitirán mejorar la protección del patrimonio. El caso es que los autores de los últimos borrones en el Arco de Palacio parecen pasar por alto el mayor riesgo que asumen.

XOAN A. SOLER

En este sentido, el Ayuntamiento considera que el despliegue de cámaras en la zona monumental ya es suficiente. La concejala de Urbanismo, Mercedes Rosón, estima que «no es viable colocar muchas más cámaras en el casco histórico», y señala que en la actualidad ya están instalados esos dispositivos de control en las plazas del Obradoiro, Inmaculada y Praterías. En cuanto a la reiteración de los ataques en el Arco de Palacio, Rosón apunta que el Concello, previa autorización del Arzobispado, se encarga de eliminar las pintadas de la puerta metálica, que vuelve a ser dañada nuevamente al poco tiempo. Una situación similar a la que ocurre en la iglesia de Santa Susana, donde el Ayuntamiento también actúa con frecuencia.

Rosón considera que hay que «seguir incidiendo» en la sensibilización y concienciación para que cesen este tipo de actos vandálicos que dañan el patrimonio y ensucian la ciudad. Insiste la responsable de Urbanismo en que se trata de un problema de respeto hacia el bien de todos.

Cazado in fraganti cuando hacía un grafiti en Ruela da Tafona

La Policía Local de Santiago sorprendió in fraganti a una persona mientras estaba haciendo una pintada en la calle Ruela da Tafona, en el centro histórico de la ciudad. La intervención tuvo lugar a plena luz del día, ya que eran las 15.50 horas del jueves, y los agentes procedieron a su identificación para posteriormente proponerle para sanción. El no poder cazar en el momento a los autores, como sí ocurrió en este caso, dificulta en muchas ocasiones la lucha contra este tipo de actitudes que ensucian la ciudad y, en ocasiones, atentan incluso contra el patrimonio.