Galicia y Ucrania se dan la mano en el Monte do Gozo: «É unha xornada alegre, para non pensar na guerra»

Tamara Montero
Tamara Montero SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Toda la recaudación de la jornada se dedicará al colectivo de refugiados en Santiago y  tiene como objetivo conocer y dar a conocer ambas culturas. Más de 90 personas participarán en una comida solidaria

21 sep 2022 . Actualizado a las 00:32 h.

Ya habían realizado una jornada solidaria el año pasado, así que en la actual edición decidieron repetir. «Non se nos ocurriu mellor causa que esta». Julio Asorey, responsable del festival Go! Go! Zo! señala con la mano la explanada del Monte do Gozo en la que empiezan a llegar la gente y en la que se ha instalado un puesto de artesanía. Se trata de una jornada de hermanamiento entre la cultura gallega y ucraniana, un modo de conocer y darse a conocer. Y sobre todo, de olvidarse de la guerra por un momento.

«Eles coñecen como cantamos e bailamos e nós coñecemos como o fan eles e elas». Habrá clases de baile tradicional y pandereta, y otra encargada de dar a conocer baile ucraniano. Una amplia programación de actividades, que van desde foliadas a un taller para la elaboración de muñecos tradicionales ucranianos, sirve para acercar dos culturas en el Monte do Gozo y para salvar la principal barrera que las separa: el idioma. «Aprender o idioma é o máis importante para eles, porque queren quedar aquí», no solo durante el conflicto armado (que no se sabe cuánto durará) sino después, explica el responsable del festival. Y para conseguir un trabajo lo primordial es poder comunicarse. 

Unas 90 personas se dan cita este domingo en una comida solidaria y además, toda la recaudación de la jornada será para ayuda al colectivo refugiado.  «Na comarca de Santiago hai unhas cen persoas refuxiadas e hoxe veñen aquí unhas 95 das 100», explica Asorey. Durante semanas han trabajado en la organización de una jornada que ha ido creciendo poco a poco. «É tempo que dedicaron a traballar en cousas diferentes» a la vida diaria de los refugiados (fundamentalmente refugiadas con hijos e hijas) como llevarlos al colegio y aprender el idioma.

«É unha parte de irmanamento, pero tamén de dar visibilidade». Porque el foco informativo, que en un primer momento se centró en las personas que huían de la guerra, se ha ido desviando poco a poco a otros temas. Y contra ese olvido social es contra lo que lucha también la jornada. «Queriamos amosar que esta xente segue aquí, connosco, e que precisan que os coñezamos, que os axudemos. E saber que poden ser os nosos próximos amigos, os nosos próximos familiares».

Entre el colectivo de refugiados compostelanos es heterogéneo: hay psicólogas infantiles, hay ortodoncistas, hay deportistas, hay responsables de grandes empresas.... Por eso, también quieren crear una pequeña bolsa de trabajo para poner en contacto a los refugiados con empresas que buscan personal. Y también hay historias duras. 

La jornada terminará con un concierto del grupo Rockaína Band, que ha ensayado toda esta semana los temas que tocarán en esta jornada de solidaridad entre Ucrania y Galicia. «Había tempo que non rían tanto, para eles é como volver a vivir» explica Asorey. Es, sobre todo, salir de la rutina diaria. «Este é un primeiro paso, a ver se conseguimos coñecelos e coñecernos». Y sobre todo, «pasar unha xornada alegre, divertida e non pensar na guerra en Ucrania».