Primer día de colegio en Santiago: «É unha volta feliz, os nenos vense as caras»

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El  arranque del curso fue muy tranquilo en Compostela, pero en Teo y A Baña faltaron buses

09 sep 2022 . Actualizado a las 11:57 h.

Da igual que el calendario diga que el año comienza el 1 de enero porque, en realidad, los ciclos vitales de muchas familias los marca el inicio del curso escolar, mientras que para el resto suele coincidir con el fin del verano y los nuevos proyectos. Siempre es así, pero esta vuelta a la rutina fue más especial, por cuanto supuso recuperar la vieja y añorada normalidad con el único resquicio de las mascarillas en el transporte escolar.

Que en la mañana de ayer no lloviese en Santiago, y que también funcionasen los colecamiños, ayudó a que apenas hubiese problemas de tráfico, también porque muchas familias renunciaron al transporte por ser el primer día de clase.

La entrada escalonada en la práctica totalidad de los colegios permitió, según reconocía ayer la Policía Local, que la tranquilidad fuese la norma, pero con trabajo extra para los vehículos que vigilan los estacionamientos, que incluyeron en su ruta algunos centros.

El inicio de curso no es solo escolar, también es político. De hecho, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, eligieron el CEIP Mestre Rodríguez Xixirei, en Lavacolla, para aplaudir la nueva normalidad de este año académico. En este colegio, al igual que ocurrió en muchos centros, se mantuvo el organigrama de recogida del curso pasado, con una distribución por puertas, edades y uso o no del transporte escolar.

El primer día de clase en este centro de infantil y primaria, que no solo forma a niños de Lavacolla, resultó especialmente tranquilo, aunque todas las familias se quejaban de la falta de espacios para aparcar. Y mientras esperan la salida de sus hijos matizaban que el peor momento siempre es la hora de entrada.

«Todos necesitamos volver á rutina, e esta é unha volta máis feliz, porque agora os nenos xa se ven as caras», afirmaba Isabel Castelo, que acudió con su pareja, Iván Vázquez, a recoger a sus dos hijos a este colegio, que eligieron por recomendación. Junto a ellos también esperaba Manuel Suárez, vecino de Lavacolla. Y los tres destacaron el problema del aparcamiento. «As zonas de arredor están en moi mal estado», resaltó Suárez, que insistió en que «nun colexio rural como este tes que ter sitio para aparcar porque case todos temos que vir en coche».

Las bondades educativas de este centro, con el único pero de sus accesos, es el mensaje coincidente de las familias que ayer fueron a recoger a sus hijos a la puerta principal. «Polas mañás é mais complicado», añadió María Fernández, que eligió el colegio Xixirei por la recomendación de otra familia. También estaban encantados con el inicio del curso Yolanda González y Raúl Sánchez. Tienen dos hijas y pronto serán familia numerosa, de ahí que para Yolanda el inicio de las clases sea un alivio «para ir preparando todo, porque con elas faise un pouco complicado».

Resulta inevitable que el primer día no se produzcan incidentes, sobre todo con el transporte escolar y en servicios complementarios. Así, en el IES de Cacheiras, en Teo, hubo problemas con tres líneas, hasta el punto de que una de ellas no funcionó, por lo que el centro presentó el correspondiente informe. Lo mismo ocurrió en el CPI San Vicente, de A Baña, pese a que, en un principio, se habían remodelado las rutas escolares. Ante esta situación, las familias no descartan movilizaciones.

En el caso de Ames, en donde la Policía Local también desarrolló un dispositivo de seguridad, el punto más problemático fue el colegio de Ventín, en el que la reorganización de los turnos de comida, ante un incremento muy significativo de escolares, provocó desajustes, una situación denunciada por el Anpa. Precisamente, el regidor, Blas García (PSOE), y el edil de Educación, David Santomil (BNG), visitaron este colegio con motivo del inicio del curso. Mientras García destacó que este curso estará disponible la senda para acceder a pie, Santomil recordó que Ventín «é un centro escolar cun elevado volume de alumnado que agarda pola construción dun novo CEIP para O Milladoiro que a Xunta leva atrasando máis de dous anos».

Los comedores escolares de gestión municipal de Santiago arrancan con 1.116 inscritos

Los comedores escolares de gestión municipal arrancaron también ayer su actividad con 1.116 inscritos, según la demanda que ha recibido el Ayuntamiento en agosto, aunque no todos han hecho uso del servicio en la primera jornada, que contó con cerca de seiscientos comensales entre los nueve comedores que gestiona, por concesión, la administración local. Fueron exactamente 587, mientras que 175 demandaron también el servicio de madrugadores. El arranque más prematuro del curso hace que esas cifras sean todavía comedidas, pero para mediados de mes se cuenta con que el número de comensales habituales —entre los inscritos hay también demandantes ocasionales del servicio— se acerque a los 840 y que el de desayunos (que se dan en el servicio de madrugadores) supere los 250, según el concejal de Educación, Rubén Prol, quien ayer visitó con el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, el comedor del colegio de Vite, donde almorzaron 43 escolares.

El Ayuntamiento hizo pública el miércoles la lista definitiva de becas para los comedores escolares (para todos los centros públicos y concertados), cuya demanda ha crecido. Pese a haberse incrementado en 20.000 euros la partida, hay lista de espera y el alcalde ya ha anunciado que se habilitarán más fondos para encajar las peticiones que cumplan los requisitos que se exigen para optar a estas ayudas.