Cesáreo Pardal: «Hay que hacer más para llevar a los turistas más allá del Obradoiro»

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El presidente del Clúster de Turismo de Galicia señala que «el Camino nos posicionó en el mundo, pero tenemos otras grandezas»

14 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Cesáreo Pardal, presidente del Clúster de Turismo de Galicia, considera que el sector ha experimentado un gran cambio en los últimos diez años, y apuesta por la calidad para mantener el crecimiento y por «seguir promocionando el Camino y utilizarlo para dar a conocer el resto de las grandezas de Galicia».

—Santiago está lleno este verano, pero se sigue hablando de que son turistas de paso.

—Estamos en buenos niveles, y pudo ser mejor. Las pernoctaciones en Santiago rondan este agosto el 80-85. Estos son turistas, luego están los excursionistas, que se hospedan en otras localidades. En días de bruma en la costa, Santiago se llena.

—¿Dice que aún pudo ser mejor?

—Las previsiones de enero eran más altas. Iba a ser un verano espectacular, pero la guerra de Ucrania nos afectó como a todos. El 30 % de subida generalizada de los servicios y de los productos retrae el consumo, y aún así no se repercutió la subida en los precios. Más trabajo con menor rentabilidad. Es el resumen de la situación actual del sector.

—El Camino de Santiago es el gran atractivo de Galicia. ¿No deberíamos buscar otros reclamos?

—El Camino está salvando a muchas empresas y pueblos. Hay que seguir promocionándolo, pero Galicia es más que el Camino. Galicia es paisaje, cultura, ocio, deporte, gastronomía. El Camino nos posicionó en el mundo y hay que aprovecharlo para promocionar nuestras otras grandezas.

—¿Cómo se está haciendo?

—Hace años, la temporada estival acababa a finales de agosto, ahora se extiende hasta octubre. Se avanzó, pero falta más. Por ejemplo, la coordinación aeroportuaria es mala, es un fracaso. Oporto no lleva más de una cabeza. Tenemos tres aeropuerto, pero cada uno va por su lado. La competencia es estatal, pero deben reforzarse las conexiones internacionales. Nos llega el turismo internacional por Oporto. El AVE nos está posicionando, incrementa su pasaje, mientras bajan las conexiones aéreas.

—Santiago no logra subir la media de días de pernoctaciones. ¿Qué debería hacerse?

—Se avanzó, pero hay que hacer más para sacar a los turistas del Obradoiro y llevarlos a otros sitios de la ciudad, como a la Cidade da Cultura, a la Colexiata de Sar, al Pedroso, a los paseos fluviales, incluso a municipios próximos. En general, nadie puede competir con nosotros en paisaje y calidad de productos. Hay que hacer campañas de promoción en coordinación con las conselleiras del Mar y Medio Rural. Que Berasategui, 12 estrellas Michelín, elogie nuestro producto no tiene precio. Tenemos oferta para todos los bolsillos, y esto es un gran potencial. Soy optimista, porque tanto en Santiago como en Galicia cada vez más personas viven del turismo y se alarga la temporada turística.

—Uno de los problemas del sector es la falta de atractivo para captar trabajadores. ¿Qué pasa?

—Es un problema generalizado en todo el país. Quizás se está fomentando no trabajar. La pandemia también lo trastocó todo, y muchos trabajadores se fueron a otros sectores.

—¿Otros sectores en los que se paga más y con más tiempo libre?

—En nuestro sector se cumple el convenio, y yo animó a denunciar a los que no lo cumplan. Pero no es posible que con 3,5 millones de parados no aparezca personal para trabajar en hostelería. ¿Qué pasa? No tienen necesidad de trabajar.

—Ley de la oferta y la demanda. ¿Si no hay camareros, hay que pagar más?

— Hay gente que paga el doble. Creo que hay que cambiar el sistema educativo, porque no todos pueden ser ingenieros. Hay que dignificar la profesión. Para pagar más, habrá que cobrar 3 euros por un café. Insisto en que no es un problema de camareros solo, tampoco hay soldadores ni fontaneros, y la construcción también tiene problemas. Tienen que sentarse la patronal y el Gobierno para afrontar el modelo educativo y la reforma laboral.

«Las viviendas de uso turístico tienen que estar reguladas»

El presidente del Clúster del Turismo de Galicia se posiciona en relación a la polémica suscitada con el funcionamiento de las viviendas de uso turístico. «Es una actividad empresarial y comercial, cobran por un servicio y deben estar reguladas. Solicitar la licencia municipal, como cualquier actividad comercial».

—¿Por qué no se actúa en el resto de Galicia como se está haciendo en Santiago?

—Habrá que preguntárselo a los demás alcaldes y también a la Fegamp (Federación Galega de Municipios e Provincias).

—¿Qué daño causan al sector las viviendas de uso turístico?

—¿Daño? Tienen que estar reguladas por la Administración y cumplir las mismas normas que los demás alojamientos. También imaginó que la Hacienda Pública debería interesarse en este asunto. En el registro de la Xunta hay unas 18.000 viviendas. Tienen que estar reguladas y seguir las mismas reglas que todos. Es una cuestión necesaria para seguir apostando por la calidad.

—Los turistas escogen este tipo de alojamientos para estancias más largas. Por algo será.

—Insistió en que no tengo nada contra las viviendas de uso turístico, pero se entienden como una actividad comercial, cobran por un servicio y tienen que estar reguladas como todos los alojamientos. Preguntaba por el daño. Yo le preguntó si los blogueros hacen daño a los periódicos. Es una cuestión de regulación. Tiene que haber oferta para todos los perfiles de turistas.

—Se percibe una caída del gasto medio de los turistas. ¿Vienen con el cinturón apretado?

—Efectivamente. Un ejemplo. El año pasado ocho de cada 10 contrataban el desayuno, ahora solo dos de cada 10, según lo que me comentó una persona del sector hace unos días. El gasto medio es más bajo que el año pasado. El verano pasado los turistas no miraban precios.

—Salimos con ganas después del invierno de la pandemia.

—También. Si el año pasado se gastaba un 100 %, este verano es el 50 %. Tiene que ver también con esos mensajes negativos, que calan en las personas. Si te dicen muchas veces que esto va a peor, que todo subirá, empiezas a guardar ya, por si acaso.