Las casas de turismo rural de la provincia coruñesa toman impulso en agosto

Montse García Iglesias
Montse garcía SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Visitantes en Casa Brandariz, en Arzúa, situada en el entorno del Camino de Santiago
Visitantes en Casa Brandariz, en Arzúa, situada en el entorno del Camino de Santiago

La zona de costa, Fragas do Eume y el entorno del Camino son los destinos con mayor ocupación

08 ago 2022 . Actualizado a las 15:48 h.

Un arranque flojo de verano para remontar ahora en agosto. Así están viviendo en líneas generales las casas de turismo rural de la provincia coruñesa esta temporada estival en la que las condiciones mudaron de manera considerable respecto a los dos últimos años, cuando este tipo de alojamientos se habían situado en el primer lugar de la lista de preferencias de muchos viajeros: un lugar sin aglomeraciones y al aire libre. A ello se le añadían las mayores restricciones para desplazarse. «Después de la pandemia, hubo un tirón espectacular de las casas y fueron las primeras en llenarse. Este verano la situación tiende a estabilizarse y pasa a ser la antes: el cliente que era de hotel, está volviendo al hotel, y el del turismo rural, sigue», explica el presidente del Clúster de Galicia, Cesáreo Pardal.

Con este contexto tan diferente en cuanto a situación sanitaria, pero también en cuanto a la económica, en julio, según los datos estimados del Clúster, la ocupación de las casas de turismo rural en la provincia se situó en torno al 75 %. «Los primeros días quince fueron muy flojos y la segunda quincena fue mucho mejor», detalla Cesáreo Pardal, quien apunta que este mes se incrementa la demanda. «La previsión que tenemos es que la ocupación se mueva entre el 85 y el 95 % de ocupación en las casas de turismo rural —el año pasado fue del 92 %—. Las reservas están confirmándose y hay muy pocas casas que tengan disponibilidad antes del 25-26 de agosto», añade. Esta tendencia la confirma, por ejemplo, Begoña de Bernardo, de la Casa Pousadoira, en Miño: «Xullo foi peor e semella que agosto vai funcionar mellor».

En cuanto a las zonas más demandadas de la provincia, el mayor tirón está en las que ofrecen playa. «No verán funciona ben sobre todo o que está na zona de costa. E este ano as altas temperaturas provocaron que tirase aínda máis ese destino», indica el presidente de Fegatur, Francisco Almuíña. Dentro de la provincia, también tienen mucho tirón, según los datos que maneja el Clúster de Turismo, la comarca de la Costa da Morte y las Fragas do Eume. «No interior hai más problemas coa ocupación, salvo as zonas pola que pasa o Camiño de Santiago», añade el responsable de Fegatur. «El Xacobeo ha salvado a muchos establecimientos», resalta al respecto Cesáreo Pardal, apuntando que cada vez son más las casas que ofrecen servicios para facilitar que los peregrinos estén alojados más de una noche: «Algunas incluso sirven de base para tres etapas», afirma. En ese sentido, reclama a la Xunta que siga promoviendo la ruta jacobea.

Del resto de España

¿De dónde proceden los visitantes que eligen las casas de turismo rural de A Coruña? Además de otras zonas de Galicia, llegan desde «Madrid hacia arriba, de puntos como Valladolid, País Vasco, Asturias, Cantabria, Burgos...», detalla Pardal. También reciben visitantes de Andalucía y el área mediterránea.

¿Repiten año tras año los clientes? El representante de Fegatur responde que lo más importante es que se consigue una fidelización a este tipo de establecimientos «e tamén que fagan de prescriptores». Francisco Almuíña recuerda el trabajo, como el cambio de imagen representativa, para que el visitante perciba que el turismo rural «é máis que durmir nunha casa». Por su parte, Pardal, del Clúster, incide en la «competencia tremenda» que suponen las viviendas de uso turístico, aunque «es algo completamente distinto», ya que en las casas —hay 154 en el registro de actividades turísticas en la provincia— ofrecen un trato muy especializado y una convivencia.

El impacto de la crisis se deja notar en un menor gasto y reducción de los días de estancia

El contexto económico con el alza de precios se deja sentir en diferentes aspectos en las casas de turismo rural. En cuanto a los visitantes, según asegura el presidente de Fegatur, «estase detectando unha redución dos gastos que fan os visitantes; a xente mídese máis á hora de gastar». Esto se puede traducir en menos salidas, pero también en reducción de la estancia media en los alojamientos. Un aspecto que corrobora Teresa Saiz, de la aldea rural de Lamacido, en Ortigueira.

Menor rentabilidad

Desde el Clúster también advierten de la reducción de la rentabilidad a final de año. «No hemos subido los precios en la medida en que han subido la vida. Se incrementaron entre un 2 y 7 % cuando debería ser mucho más», afirma Cesáreo Pardal. Sobre este aspecto, Eduardo Brandariz, de Casa Brandariz, en Arzúa, explica que dieron unas tarifas a las agencias y ahora tienen que cumplirlas cuando los gastos para los establecimientos se han elevado mucho.

aldea rural

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Lamacido, Ortigueira: «Hay clientes cuyos hijos vimos crecer y que ahora ya vienen con sus nietos»

Hace 24 años que abrió sus puertas la primera estancia de la aldea rural Lamacido, en Ortigueira. Y son muchas las historias que acumulan. Como familias que tras años repitiendo se han comprando una casa en esta zona de la provincia. «Hay clientes con los que primero vimos crecer a sus hijos y que ahora ya vienen con sus nietos», explica Teresa Saiz, que puso en marcha este proyecto junto a Pedro Piniés. «Los niños se sienten libres y no quieren salir de aquí», detalla. Y es que en la finca cuentan con vacas enanas, gallinas, cerdos y conejos con los que poder interactuar.

Saiz explica que este verano la ocupación se mantiene, con agosto siempre mejorando las cifras de julio. «Los que vienen buscan no pasar calor —no les importa que no salga el sol—, dormir bien sin ruidos y comer sano», detalla. Eso sí, lo que advierte es que si antes las estancias acostumbraban a ser de una semana, esta temporada se recortan a tres o cuatro días. Eso sí, hasta final de mes no cuentan con huecos libres.

En el camino

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Casa Brandariz, Arzúa: «Cos peregrinos a ocupación é alta desde Semana Santa. É como antes da pandemia»

El tirón del Camino deja su huella también en los alojamientos de turismo rural. «Cos peregrinos estamos tendo unha ocupación alta desde Semana Santa, cando foi o pistoletazo de saída. Ata outubro as previsións son boas. [...] Podemos xa equiparar a antes da pandemia», resume Eduardo Brandariz, que dirige Casa Brandariz, en Arzúa, una de los tres primeros establecimientos rurales que abrió sus puertas en Galicia. Explica que el turismo de otros puntos de España es el que domina este mes, «aínda que estamos notando máis turistas internacionais que outros agostos, principalmente de México». Aunque lo habitual es una noche, algunos están dos días: «É máis comodidade, non teñen que levar as mochilas». Para ellos tienen servicio de traslado.

Por otra parte, Eduardo Brandariz también detecta que vuelve el turismo rural de hace años de larga estancia. «Temos varias reservas dunha semana ou máis que foron feitas con moita anticipación», resalta. El perfil del usuario cambia a lo largo del año.

Ecología

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Casa Pousadoira, Miño: «Hai unha relación co entorno e coa veciñanza; iso valórase bastante»

Turismo rural y agricultura ecológica. Esa es la combinación desde que abrió sus puertas hace 27 años de Casa Pousadoira, en Miño. Entonces, la palabra ecología poco se utilizaba. Es uno de los seis establecimientos gallegos que forma parte de Ecotur. «O que se ofrece son uns valores de vida no medio rural e de sustentabilidade distintos. Hai unha relación co entorno, coa veciñanza, consumo de produtos locais —se non son nosos, da maior proximidade— e cultivo ecolóxico. Iso os visitantes valórano bastante», explica Begoña de Bernardo, impulsora del proyecto.

Hasta Miño en verano se acercan sobre todo visitantes de Madrid, Cataluña y Valencia, mientras que el resto del año ganan los gallegos. «Agora no verán demandan que lles contes o que fas na finca, pero despois aproveitan para visitar outros puntos. Son poucos os que veñen a descansar», detalla Begoña, que en temporada baja también ofrece otras propuestas, como cursos de proceso de lana o de agricultura ecológica.