«Hai que regulalas», exige sobre las rebajas José Antonio Seijas, presidente de la Asociación Comercio Punto Compostela
04 ago 2022 . Actualizado a las 00:14 h.Los comerciantes de Santiago esperaban un poco más de las rebajas de verano de este año. Si bien es cierto que han superado sin problemas el volumen de ventas del 2020 y 2021, el sector no ha conseguido volver a posicionarse en los números que venían consiguiendo en las campañas previas a la crisis sanitaria.
Algunos comerciantes apuntan, como causas principales de los resultados de este verano, a la pérdida de la cultura de las rebajas en favor de los descuentos y promociones puntuales que se dan a lo largo del año y a la crisis económica y el consiguiente cambio de comportamiento del consumidor medio, que ahora compra solo lo que necesita y ya no se da caprichos.
«Hai que regulalas», exige sobre las rebajas José Antonio Seijas, presidente de la Asociación Comercio Punto Compostela. Él recuerda que «non hai moito, cando estaban reguladas, abrían os telediarios e a xente pegábase por entrar nos comercios. Hoxe en día iso xa non pasa», lamenta.
Seijas califica la temporada de «totalmente irregular» y sostiene que se trata de una tendencia, la del desgaste de las rebajas estacionales, que ya se venía dando incluso antes de la pandemia. «No 2019 xa se empezaba a notar unha baixada nas rebaixas, xa non eran tan fortes», relata el comerciante.
En el Ensanche hay tiendas, normalmente de grandes cadenas, algunas de las cuales ni siquiera se unen a la campaña de rebajas. Sara Villasenín, empleada de un negocio de venta de decoración de hogar, explica que lo único que tienen es «promoción nalgunhas cousas», pero igual que en cualquier momento del año.
El gerente de la Asociación Compostela Monumental, José Ángel Blanco, explica que los comercios miembros de su entidad han venido acortando la duración de la temporada de las rebajas de verano hasta reducirlas a una o dos semanas «como consecuencia de que se vienen haciendo rebajas todo el año», afirma.
Blanco señala que este año «todavía dista mucho» de lo que antaño aportaban las rebajas, y culpa también a la crisis económica de los últimos años: «Aquella alegría con la que la gente guardaba el dinero para ir a comprar a las rebajas ya no se produce».