La maleza amenaza una urbanización de Bertamiráns

I. RAMOS / I. C. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Un vecino denuncia que la finca no se limpia desde hace más de dos años y el Concello señala que no ha transcurrido el plazo legal para entrar para desbrozarla

20 jul 2022 . Actualizado a las 05:05 h.

Juan Sastre, vecino de Bertamiráns, denuncia el estado de abandono de una finca contigua a su vivienda, sita en la urbanización A Peregrina. Sostiene que «hace ya dos años que no la limpian» y que constituye un riesgo importante para su casa y el resto del vecindario ante la posibilidad de que se origine un incendio.

XOAN A. SOLER

Sastre cree que el titular de la propiedad es una promotora que tenía planeado construir en el terreno. Explica que en el momento en el que deja de limpiarse, el Concello es el responsable subsidiario de hacerlo. Igual que lo es, según defiende el vecino, en caso de que «haya una desgracia».

El propietario explica que ha pedido en multitud de ocasiones al Concello que desbroce la finca, y que incluso la gestoría que lleva los asuntos de la urbanización registró una nueva solicitud de limpieza a comienzos de este verano, pero en ningún caso han tenido éxito. Sastre reprocha que incluso ha llamado al concejal de Urbanismo: «He intentado hablar dos o tres veces con él y es imposible».

El consistorio esgrime que existen unos plazos que han de cumplirse antes de pasar a responsabilizarse de la limpieza, y que estos todavía no se han agotado. «Lo que quiero es que la limpien, porque cualquier día ardemos», protesta el vecino, desesperado por una situación que se hace todavía peor en verano.

Además, sostiene que esta no es la única finca del municipio en estas condiciones y denuncia el mal estado generalizado de los enclaves de Bertamiráns que están a cargo del Concello. «Es un incumplimiento total de la normativa», recalca Sastre.

Decepcionado con la situación y sin saber qué más hacer, el propietario recurre a los medios como último recurso para intentar que finalmente pueda limpiarse la finca con la que colinda su vivienda. «Si viviera el alcalde aquí, ¿esto estaría en estas condiciones? Yo creo que no», denuncia con frustración.