El casco histórico de Santiago estrenará centro sociocultural en Salvador Parga en septiembre

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

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Propiedad de Abanca, el Ayuntamiento lo ocupará en alquiler y su apertura solo está pendiente de su amueblamiento

15 jul 2022 . Actualizado a las 23:34 h.

Los vecinos del casco histórico podrán dejar por fin el local que ahora les sirve de centro social en la calle Santa Cristina, utilizado en régimen de alquiler pero en condiciones precarias. El acuerdo entre el Ayuntamiento y la Fundación Abanca les permitirá mudarse en septiembre a la que fuera la antigua biblioteca de Caixa Galicia, en la plaza Salvador Parga. Esa es la fecha que maneja el concejal de Obras y Centros Socioculturales, Javier Fernández, una vez que han concluido las obras de adaptación y rehabilitación del local, que pone a disposición de los colectivos y vecinos de la ciudad histórica un inmueble de 307 metros cuadrados (en la planta baja de un edificio de tres alturas) con 224 de jardín.

Pese a que la obra ya ha concluido, con una reforma que ha demolido todo su interior, aunque conservando tres pilares de fundición a la vista, su apertura ha de esperar todavía por el amueblamiento. El mobiliario que esté en condiciones del actual centro se trasladará a este, pero también habrá que adquirir otro. El departamento de Centros Socioculturales está a la espera de poder disponer de la partida adecuada en unos días, una vez que el Concello suscriba el préstamo por casi 11 millones de euros que ha adjudicado recientemente para financiar buena parte de las inversiones municipales de este año.

Aunque inicialmente aspiraban a una sede más amplia en las proximidades de Salvador Parga, el nuevo centro sociocultural del casco viejo mejora sustancialmente las condiciones del actual y garantiza estabilidad para las actividades vecinales al menos por 20 años en ese edificio. Ese es el plazo de alquiler que pactaron el Ayuntamiento y Abanca (15 más cinco de prórroga). La Administración local ha acondicionado el inmueble con una inversión de unos 280.000 euros (con IVA) y abonará 1.200 euros mensuales a la Fundación Abanca, su propietaria, según el acuerdo suscrito entre ambas partes el pasado año.

El centro dispondrá de un pequeño espacio para un ujier, biblioteca, una sala insonorizada, una sala amplia adaptable con mamparas y un almacén.

CA pedía ayer que el Concello disponga los medios para que el centro esté disponible para el próximo curso y que se integre en la red de centros socioculturales.