Buscan consenso en Santiago para diagnosticar el cáncer de tiroides, el que más aumenta

joel gómez SANTIAGO / LA VOZ

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Julián Álvarez Escudero, decano de Medicina de la USC; Manuel Sobrinho, catedrático de Anatomía Patológica de la Universidade do Porto (Portugal); Eloína Núñez, gerente del área sanitaria de Santiago y Barbanza; y José Manuel Cameselle, patólogo del Hospital Clínico de Santiago especialista en tiroides, en la inauguración del encuentro de especialistas
Julián Álvarez Escudero, decano de Medicina de la USC; Manuel Sobrinho, catedrático de Anatomía Patológica de la Universidade do Porto (Portugal); Eloína Núñez, gerente del área sanitaria de Santiago y Barbanza; y José Manuel Cameselle, patólogo del Hospital Clínico de Santiago especialista en tiroides, en la inauguración del encuentro de especialistas Cedida

En el Clínico se tratan unos 60 casos al año. Su mortalidad es baja, pero es el tumor más letal en un 5 % de los pacientes

14 jul 2022 . Actualizado a las 11:31 h.

Cuarenta especialistas de anatomía patológica de España y Portugal discuten tres días en Santiago casos reales de cáncer de tiroides y tratan de alcanzar consensos en su diagnóstico. «El cáncer de tiroides es el que más está aumentando en frecuencia en todo el mundo. Eso se debe probablemente a que se han mejorado las técnicas diagnósticas, se ha incorporado la ecografía al diagnóstico rutinario ya en atención primaria y eso lleva a un incremento del número de diagnósticos de este tumor», explica José Cameselle, especialista del CHUS que coordina este encuentro, con el portugués Manuel Sobrinho, catedrático de la Universidade do Porto.

«Aunque aumentan los diagnósticos de cánceres de tiroides en todo el mundo no está aumentando la mortalidad. Porque afortunadamente tiene una mortalidad baja, menos de un 10 %. Aunque hay un grupo de un 5 % de pacientes en los que se manifiesta como el cáncer más agresivo y letal que se conoce en humanos, pues no sobreviven más de 6 meses, no tenemos herramientas para mejorar su tratamiento», agrega Cameselle.

Otra particularidad de estos tumores es que «aproximadamente un 30 % de las personas, en cualquier parte del mundo, desarrollan un microcarcinoma, un tumor de tiroides menor de un centímetro, que jamás les dará problema. En algún momento de su vida en estas personas puede aparece un cáncer y desaparece espontáneamente. La alternativa: en esos casos es vigilar bien al paciente. Uno de los objetivos de este encuentro en Santiago es discriminar muy bien qué pacientes deben ser tratados y los que se deben solo seguir», agrega.

En Santiago se estudiaron hace dos años 140 tiroides completos de personas fallecidas, tras realizarles la autopsia: «Fue un trabajo muy complejo y un estudio minucioso. Esos pacientes no tenían patología tiroidea conocida que les diese problemas mientras vivían. Comprobamos como un 29,7 % tenían estos cánceres microscópicos de tiroides, lo que demuestra lo que se ha visto en otros estudios en otros países. Nuestras conclusiones coinciden con otros estudios internacionales», resalta este especialista.

En el área sanitaria de Santiago se diagnostican y tratan 60 tumores de tiroides al año. La mayoría se operan y tienen una buena evolución: «En el CHUS se operan unos 500 tiroides al año, de los que más de 50 son cánceres. De los otros, la mayoría se intervienen por patología benigna, como bocio, nódulos benignos o enfermedades diversas de la glándula tiroides», sostiene Cameselle.

En la inauguración del encuentro intervinieron la gerente del área sanitaria, Eloína Núñez, y el decano de la Facultade de Medicina de la USC, Julián Álvarez Escudero. En la primera jornada  participaron ayer especialistas de endocrinología, medicina nuclear, cirugía y oncología «que nos dieron su visión y expusieron problemas y demandas sobre el cáncer de tiroides. Sus aportaciones nos permiten una visión más multidisciplinar para mejorar nuestro trabajo», indica.

También incorporaron «los criterios de la nueva clasificación de estos tumores de la OMS, que simplifica las categorías diagnósticas en relación con los tratamientos. Condensa los nuevos avances de conocimiento epidemiológico, molecular, y clínico para que pueda ser aplicable y mejorar el tratamiento de los pacientes». Cameselle fue el único patólogo de España que participó en la elaboración de esa nueva clasificación de la OMS, en la que también intervino el portugués Manuel Sobrinho.