Los tableros ocultos y desprotegidos de Santiago encandilan a «The Guardian»

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

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El diario británico se hace eco del trabajo de A Rula en un reportaje que hace un guiño a la serie «Juego de Tronos» al titularlo «Game of stones»

15 jul 2022 . Actualizado a las 18:03 h.

Al entrar al Obradoiro y situarse frente a la Catedral el acto reflejo más lógico del mundo es mirar hacia el cielo para abrumarse con tanta belleza. Pero mucha gente no sabe que a ras de suelo la capital de Galicia tiene un patrimonio menos llamativo pero mucho más terrenal: los tableros esculpidos en la piedra que sirvieron como base inquebrantable para jugar al tres en raya.

Este legado comienza a ser cada vez más perceptible, al igual que la figura del Apóstol y el pórtico de la Gloria ya traspasan fronteras. Así lo evidencia la reciente publicación del diario británico The Guardian, que hace un guiño a estos tableros a partir de la conocida serie Juego de Tronos, Game of Thrones, en inglés, y lo titula Game of stones, lo que correspondería a Juego de piedras, aunque, en realidad, es el tradicional divertimento del tres en raya y que bien podría inspirar una versión picheleira del Pokemon Go.

The Guardian toma como punto de referencia el trabajo realizado por el colectivo A Rula, dedicado especialmente a llamar la atención del patrimonio más olvidado, que en Santiago y su entorno se centra especialmente estos tableros, mayoritariamente barrocos, y también en el arte rupestre.

Este tipo de hendiduras en la piedra no son exclusivas, ni muchísimo menos, de las tierras de Compostela, pero A Rula destaca su elevado número, al menos unos doscientos, que están repartidos por los rincones del casco histórico, como en el entorno de San Martiño Pinario, en Mazarelos, San Roque y en viviendas particulares, como el último hallazgo en una vivienda de San Lourenzo. También en la torre del reloj de la Catedral y en otros espacios de acceso público en plena plaza del Obradoiro, o lejos de la almendra, como en Vite.

El hecho de que estén tallados en piedra granítica explica que hayan sobrevivido tantos siglos. Y que abunden en el entorno de los edificios religiosos invita a pensar, como sostiene Luis Leclere, presidente de A Rula, y recoge The Guardian en su publicación, que muchos de ellos surgiesen como forma de entretenimiento a las puertas de estos edificios, junto a los que las personas con escasos recursos hacían cola para pedir limosnas.

 Este sería el origen de los juegos de San Martiño Pinario, que nunca atraviesan la pasarela del recinto. En el caso de los repartidos por las plazas, indicaría que surgieron durante festivales y eventos de acceso público, porque lo que sí está claro es que son manifestaciones de la sociedad civil menos pudiente que vivía en Santiago entre los siglos XVI y XVIII.

Proteger este legado histórico y etnográfico es una de las tareas en las que está embarcada A Rula, que ha trasladado su propuesta a la Dirección Xeral de Patrimonio y al Concello de Santiago, de momento sin éxito.