Raxoi-San Caetano

Ignacio Carballo González
ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

25 jun 2022 . Actualizado a las 20:00 h.

Bugallo no le va a quedar más remedio que ser un poco más combativo con la Xunta de lo que lo ha sido en lo que va de mandato. Es cierto que la lucha contra las consecuencias socioeconómicas de la pandemia fue la prioridad en los primeros dos años largos y esto apartó de la mesa temas pendientes de negociación con el Gobierno gallego, pero ahora, resuelto el relevo en San Caetano, es el momento de abordarlos sin dilación. Con las elecciones municipales a once meses, a Bugallo le conviene, además, dejar claro ante los compostelanos que su política no solo no está subordinada a la autonómica en el tablero compostelano, sino que, llegado el momento y si los intereses de la ciudad lo requieren, no le va a temblar el pulso si tiene que adoptar una posición de fuerza. Bugallo no va a tener ni un mínimo gesto parecido a los de su colega de partido Abel Caballero, no va a hacer del enfrentamiento sistemático con la Xunta, baldío en logros que no sean los electorales ante sus convecinos, uno de los pilares centrales de su gestión. Los compostelanos no lo admitirían: esta ciudad ha tenido, y tiene, en la cooperación y el consenso interadministrativo un consolidado motor de progreso. Fue el impulso de los grandes avances en su historia reciente y así deberá seguir siendo. Tienen el Concello y la Xunta, junto al Gobierno central, una buena ocasión para demostrar esta voluntad con los acuerdos del revivido Real Patronato hace ya casi un año, del que no se ha movido un papel, y tampoco un euro de los 280 millones acordados, en este tiempo transcurrido. Este debería ser uno de los temas en la reunión que, para retomar la agenda compostelana, más pronto que tarde deberán mantener el presidente de la Xunta y el alcalde, para hacerse oír con toda la fuerza posible ante Moncloa. Pero es en los temas bilaterales de casa donde podremos leer la letra pequeña de la relación Raxoi-San Caetano. De momento, Bugallo ha dejado claros los intereses de la ciudad en la solución al problema, inaplazable por vergonzoso, del aparcamiento en el Clínico. La Xunta, sea Sanidade, Infraestruturas o quien tenga que asumirlo, no puede mirar para otro lado e infligir un trato discriminatorio a Santiago. Los compostelanos tampoco lo admitirían.