Las obras previstas en las casas medievales de la Rúa Nova podrán evitar su desplome

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El Arzobispado demora el proyecto para intervenir en el interior por su alto coste

01 jun 2022 . Actualizado a las 23:15 h.

Las dos casas medievales de la Rúa Nova, las de los números 29 y 31, junto a la iglesia de Salomé, serán objeto de una pequeña intervención que, sin embargo, frenará su deterioro. Los trabajos, que acaban de obtener licencia, afectarán a las columnas y a la fachada. La concejala de Urbanismo, Mercedes Rosón, dijo confiar en que se avance en la redacción del proyecto que permitirá recuperar el conjunto.

Por ahora, las obras que comenzarán en unas semanas evitarán que termine «colapsando» la estructura, lo que podría implicar el desplome de las casas, según reconocieron fuentes del Arzobispado. Solo será un proyecto de consolidación, explicaron fuentes de la propiedad de los inmuebles. La intervención más importante, la que supondrá la restauración del interior de las casas, tendrá que esperar por un tiempo indefinido. La razón no es otra que el coste económico que, si bien no está cifrado con exactitud, será muy elevado debido al nivel de protección de los dos inmuebles.

Estas viviendas tienen nivel 3 de protección, por lo que no solo tiene que conservarse intacta la estructura exterior de ambas viviendas, sino que también deberán conservarse piezas del interior, entre ellas las escaleras. Es precisamente esto lo que dificulta una intervención más rápida en el tiempo, y fuentes del Arzobispado confirmaron que es necesario recurrir a subvenciones para completar la financiación.

Las dos casas de la Rúa Nova están consideradas como las más antiguas de Santiago, según su sistema de construcción. Henrique Fernández Coto, presidente de la Asociación para a Defensa do Patrimonio Cultural Galego (Apatrigal), explicó que podrían ser del siglo XIII, y en cualquier caso anteriores al XV.

Además de la necesidad de intervenir para evitar la pérdida de patrimonio histórico, Fernández Coto recuerda que en los bajos de estas casas se localizan arcos del claustro gótico. Concretamente en el interior de la librería Vetusta y en una tienda de bisutería adosada a la iglesia es visible la estructura arcada, que también es fácilmente reconocible en el café Os Arcos de la rúa Tras Salomé. La rehabilitación de la casa particular situada junto al café Os Arcos permitió confirmar la existencia del claustro.

El hallazgo se produjo en el verano del 2016, y el arquitecto Ricardo Sáez, encargado de la obra, explicó que al abrir muros ruinosos afloraron restos que, tras el análisis arqueológico, permitieron hilvanar un relato coherente. Primero un muro de entramado de ladrillos del siglo XVIII, sillares góticos, un dintel gótico, una dovela, una piedra con inscripción, un dintel con dos leones rampantes y una cruz patada. Todo ello permitió sostener la tesis de que se trata de un claustro gótico, de aproximadamente 400 metros, de finales del siglo XIV o principios del XV.

PACO RODRÍGUEZ

En la ciudad siguen en pie una docena de inmuebles similares

Las dos casas del Arzobispado en la Rúa Nova no son las únicas de su estilo que se conservan en Santiago, aunque están entre las de peor estado. Estas construcciones medievales son fácilmente reconocibles a simple vista. Estos inmuebles están construidos con entramado de madera, que se rellena con plementería, que suele ser de ladrillo y piedra. Después se encala la fachada, de manera de que a simple vista no se ve el bastidor de madera, como sí ocurre en las casas de Centroeuropa.

Este sistema de construcción fue el habitual en Santiago hasta aproximadamente el siglo XVII, cuando comenzó a emplearse con más frecuencia la piedra para las estructuras exteriores de los inmuebles. Otros ejemplos de este modelo constructivo en Santiago se encuentran en la equina de la Rúa Nova con la rúa Xelmírez, y en las rúas do Vilar, Tras Salomé y Algalia de Abaixo.