Toma ventaja en la eliminatoria tras un reñido y emocionante duelo en Santa Isabel
29 may 2022 . Actualizado a las 14:47 h.El Santiago Futsal defenderá un gol de renta en el partido de vuelta en Mataró, en la lucha por el ascenso a Segunda División, después de imponerse en Santa Isabel en un reñido y emocionante duelo, 3-2. De acuerdo con las bases de competición, si el conjunto catalán gana por un tanto en su feudo, el choque se irá a la prórroga. Y si se mantuviese esa victoria por la mínima diferencia a la conclusión del tiempo suplementario no habría penaltis sino que se clasificaría el Mataró gracias a su mejor coeficiente en la fase regular.
Los dos equipos encararon la contienda sabiendo que tocaba jugar con los tiempos y que el primer mandamiento era no perder el cruce en Santa Isabel. En todo caso, no dejaron de buscar el gol y, de hecho, hubo ocasiones en los dos lados para haber acabado con un marcador más amplio.
El Santiago Futsal salió con la idea de intentar inyectar a su juego velocidad y verticalidad. Y convirtió las transiciones rápidas en su mejor arma ante un rival que no se siente cómodo cuando tiene que correr hacia atrás.
Abrió pronto el marcador en una acción en la que Arnejo ganó la línea de fondo, pasó al corazón del área y Quintás completó en boca de gol.
Casi a continuación igualó Pipa, sacándose un tanto de la nada. Sin apenas ángulo, bien defendido, con Brais tapando el primer palo, se giró y armó un chut imposible a la media vuelta.
A partir de ahí el partido se ajustó a un mismo guion. Más control y más posesión de los visitantes, pero más velocidad y más latigazos de los locales.
El segundo tanto llegó en una gran conducción de Javi López completada por Diego Pérez en el segundo palo.
Así se llegó al descanso. Y tras el intermedio Dani Blanco, a los tres minutos, hizo el tercero, de cazador en el área, al aprovechar un rechace del portero.
Pol Novo acortó distancias en el 28. El Santiago arriesgó en la salida de balón, robó el Mataró y con la defensa local desordenada no perdonó.
A partir de ahí los dos porteros evitaron que se moviese el marcador. Y al colectivo de Chipi le tocó defender los últimos trece segundos en inferioridad numérica por una rigurosa segunda tarjeta amarilla que propició la expulsión de Dani Blanco.