Lo consiguió y en breve vendrá a Santiago, en donde su hermano es residente de psiquiatría. El futuro no le preocupa. «Son cuatro años de residencia y cuando termine hay oportunidades para investigar y quedarme con una beca, confío en que salga algo y si no estaría abierto a cualquier cosa, aunque a largo plazo me gustaría trabajar y vivir en Galicia», admite.