Una de las tres visitas del 2009 fue la de Roger Kornberg, que había obtenido el nobel de química en el 2006. Una de las curiosidades de este catedrático de Stanford es que es que es hijo de otro nobel, Arthur Kornberg, colaborador de Severo Ochoa, con quien compartió el premio en 1959. Entre los científicos destacados estuvo también Peter D. Lax, una leyenda viva de la ciencia. Matemático húngaro, escapó del genocidio nazi gracias a que su padre era el médico del cónsul americano en Budapest. En 1945, con 18 años, se integró en el proyecto Manhattan, cuyo objetivo era fabricar la bomba atómica. Entre las más recientes, May-Britt Moser, neurocientífica y psicóloga noruega, galardonada en el 2014 con el nobel de medicina por sus descubrimientos de células que constituyen un sistema de posicionamiento en el cerebro.
¿Y qué la falta al ConCiencia? Más mujeres. Lo admite Jorge Mira. Minoría en los premios Nobel, las pocas que hay tienen una agenda apretadísima. Estuvieron Ada Yonath y Britt-Moser, además de Frances Ellen, premio Turing, pero sigue siendo una espina clavada para este programa, «teño a Elizabeth Blackburn e Carolyn Greider na cabeza pero a súa axenda multiplica por cinco á dos homes». Todo llegará, porque ConCiencia promete larga vida.