El aumento de la inversión de Raxoi un 7 % facilita el acuerdo presupuestario en Santiago

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

CA no apoyará expresamente las cuentas, pero su abstención será suficiente

06 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La formulación de unas cuentas más expansivas (un 2,4 % más) y el mayor margen de encaje de propuestas (la inversión crece un 7 %) han facilitado el acuerdo entre el gobierno y Compostela Aberta (CA) para asegurar la aprobación del presupuesto municipal del 2022, que ascenderá a 128 millones. Pero en estas lides no todo se reduce a números. La actitud cuenta para que estos encajen y CA ha encontrado este año una disposición que no observó en la negociación del 2021, cuando la propuesta socialista prácticamente derivó cualquier aspiración opositora a la disponibilidad de remanentes. «Chegaron cun orzamento pechado para falar e calquera cousa tería que ir a remanentes», recuerda Marta Lois de un proceso negociador cuyo encallamiento el alcalde volvía a relacionar ayer con unas demandas que incidían en el gasto corriente de forma inasumible para el gobierno.

CA apenas ha mudado esas demandas, de hecho ha incorporado alguna, como los Bonos Corazón para San Pedro, pero en esta ocasión se ha llegado al entendimiento. La mayor disponibilidad económica ha ayudado, pero también el cambio de talante que dice haber advertido en el gobierno. Los socialistas llegaron de principio con una propuesta que ya incorporaba algunas de las iniciativas rechazadas para el 2021. Y el proceso negociador estuvo menos expuesto a la presión de la vía alternativa de la cuestión de confianza, a la que tuvo que recurrir Bugallo para sacar adelante los presupuestos del 2021.

La escasa participación del alcalde en los contactos aligeró esa presión, aunque alimentó la acerada crítica del PP por su «abdicación progresiva» en ese proceso. La cuestión de confianza también fue una posibilidad recurrente de Martiño Noriega cuando negoció sus primeros presupuestos, aunque él finalmente no tuvo que echar mano de esa figura.

En cualquier caso, y en ausencia de un acuerdo el pasado año, los tiempos electorales lo hacían prácticamente obligado ahora. Con el ecuador del mandato sobrepasado, este será el último presupuesto para un ejercicio completo antes de los próximos comicios. Otra cuestión de confianza podría acabar pasándole factura a los socialistas, pero también a CA. No en vano se disputan el mismo espacio electoral y esa figura es la última expresión de una absoluta falta de entendimiento.

El pacto, no obstante, no implica el apoyo expreso de los de Marta Lois. Garantiza su abstención (son cinco votos que se suman a los 10 del PSOE), suficiente para que prosperen las cuentas. Pese a que la voluntad negociadora socialista ha encajado un alto porcentaje de sus demandas, otras siguen en el tintero, como la introducción de la renta básica infantil y la recuperación del centro de atención al sinhogarismo.

Aunque todavía sin la asignación de cuantías específicas, CA sí ha encajado en el proceso que lideraron la concejala de Facenda, Marta Abal, y el portavoz del gobierno, Sindo Guinarte, la recuperación de los presupuestos participativos (que CA se toma como una seña de identidad), los Bonos Corazón expresos para San Pedro en compensación por las molestias de unas obras «mal planificadas e mal executadas», el plan piloto de canguraje para familias de escasos recursos con necesidades puntuales de conciliación y la elaboración de un Plan de Xuventude, además de fondos para la Vía Verde. La propuesta inicial socialista recogía a mayores demandas de CA el pasado año, como mejoras en centros educativos, en parques infantiles y biosaludables y en barrios (en Pontepedriña, Mallou y Salvadas, entre otras zonas) y en accesibilidad, además del acondicionamiento del campo de fútbol de Belvís y la redacción del proyecto para una piscina municipal en Santa Marta y para la ciudad de la raqueta.

El alcalde se mostró ayer en Radio Voz satisfecho de cerrar un acuerdo. Recurrir a una cuestión de confianza «é desagradable», dijo, aunque no dudaría en hacer uso de ella de nuevo si hubiese llegado el caso, porque se necesitan «presupostos este ano».