Los restaurantes con menú para llevar registran un incremento de pedidos
31 dic 2021 . Actualizado a las 20:41 h.Los compostelanos que tenían planes para cenar fuera de casa esta noche están rehaciéndolos, y se plantean cambios hasta última hora. Las opciones son solo dos: cocinar en casa o encargar la cena a alguno de los restaurantes de la ciudad. Los que optan por la primera posibilidad están dejando huella en los supermercados y en la Praza de Abastos de Santiago, donde se nota un cambio de comportamiento de los clientes con respecto a Nochebuena. El día 22 hubo muchos más pedidos que el 29, y el 23, en cambio, menos que el 30; es decir, los compostelanos tenían más claro que cenarían en casa y en familia en Nochebuena, mientras que la decisión sobre qué hacer en Nochevieja se fue posponiendo hasta el último momento. En el mercado esperan que, a lo largo de esta mañana, lleguen más clientes para adquirir productos de cara a sus cenas de Nochevieja. Eso sí, quienes esperen hasta el último momento para comprar, podrán tener sorpresas desagradables en los precios.
Comida para llevar
Quienes prefieran no cocinar podrán recurrir a los pocos restaurantes que abrirán esta noche para servir cenas. Uno de ellos es el Pampín, de la rúa de San Pedro, pero tiene lleno su comedor con vario grupos pequeños. El chef Alén Tarrío tiene algunos encargos para llevar, pero «menos que el año pasado, cuando no abrimos por Fin de Año». Una de las cuestiones que le llevó a tomar la decisión de abrir es, precisamente, «el cierre a la una, porque es más cómodo para nosotros». Frente a esta apertura, otros muchos se inclinaron por cerrar, pero ofrecer la posibilidad de los encargos. El restaurante Paz Nogueira, en O Castiñeiriño, es uno de ellos. Tras un mes en el que fueron cayendo día a día muchas cenas de amigos y empresa, Eduardo Paz Santasmarinas percibe un incremento en los pedidos de comida para llevar. «En 38 años que llevó aquí nunca hubo tantos encargos para el 24, y ahora para el 31 son menos que en Nochebuena, pero a última hora llegarán más». Paz apunta que «la gente está muy indecisa, no tiene claro cómo resolver la noche». Los datos de incremento de casos de covid en Santiago «provocan un cambio de planes hasta el último momento». Entre sus clientes, parejas jóvenes, que trabajan y que no están dispuestas a cocinar al llegar a casa; y familias en las que las abuelas ya no están para cocinar para todos». En el Romero, en Galeras, Álvaro Romero constata que «desde que salió la normativa, recibimos encargos de última hora».
Xan Galbán, del María Castaña: «O día 7 de decembro pasamos de agosto a febreiro, desapareceu a xente»
En las rúas do Franco y Raíña llevan varias semanas percibiendo un caída constante de clientes. En esta zona, muchos hosteleros mantienen abierto durante las fiestas navideñas para cerrar a partir de enero, y aprovechar para escalonar vacaciones del personal hasta las fiestas de Carnaval o Semana Santa. Este año, en cambio, los cierres vuelven a adelantarse como el año pasado.
Xan Galbán, del María Castaña, decidió echar el cierre hasta el 23 de enero. «Con dúas baixas por covid e cancelacións diarias, non compensa ter aberto», explica. Galbán apuntó que «ata o día 7 de decembro traballamos moi ben. Nós traballamos coa xente de Santiago, pero o 7 pasamos de agosto a febreiro, desapareceu a xente». El restaurador calcula que «a facturación baixou un 80 % sen esaxerar». De la misma opinión es Lois Lópes, de la Nave de Vidán, que indica que «os encargos son puntuais, pouca cousa; os restaurantes levamos tempo coas restricións, o último foi para o ocio nocturno, pero os restaurantes levamos tempo mal, polo do peche á unha; e sen axudas». Juan Carlos Somoza, del restaurante A Noiesa, en el Franco, decidió cerrar en Fin de Año sin opción a comidas para llevar, después de constatar que el miedo al contagio incrementa las cancelaciones, y «ante la posibilidad de sufrirlas esta noche, mejor es cerrar».