Los vecinos de Vidán se resignan a quedarse sin uno de los puentes para salir del barrio

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

Raxoi prevé terminar en dos semanas las obras en el paso del Camino Portugués

23 nov 2021 . Actualizado a las 23:32 h.

Resignados, pero no conformes con la decisión del Concello de impedir el paso de vehículos por uno de los dos puentes de A Ponte Vella, los vecinos de la zona lamentan que se verán obligados a recorrer una distancia mayor para ir de un lado al otro del río Sar. El puente del Camino Portugués —conocido en la zona como el de Carmela o A Ponte Vella de Arriba— pasará a ser exclusivamente peatonal. Este es el paso al que se accede desde la rotonda del Clínico, en la rúa Cantaleta, y que venía siendo utilizado por numerosos conductores para salir hacia O Milladoiro, evitando así los atascos en la rotonda de Volta do Castro.

La finalización de las obras, según el concejal Javier Fernández, está a la vista. La previsión es que terminarán en un par de semanas. Con el fin de evitar las tentaciones, el Concello se asegurará de que no circulen coches sobre el puente colocando alguna barrera. Al ser trazado del Camino, y por tanto sometido a protección, pondrán unas piedras acordes con el entorno. Solo podrán circular peatones y ciclistas. Esta decisión molesta especialmente a los vecinos que residen a ambos lados del puente. Fernández indica que la decisión es por seguridad, ya que se modificó la ubicación de la tubería del gas. Sostiene que, en teoría, por el puente ya no podían pasar vehículos, aunque no se respetase esa prohibición. El edil explica que si solo circularan los coches de los residentes no sería un problema, pero «si queda abierto pasarán, como hasta ahora, camiones, coches y caravanas».

El otro paso sobre el río Sar en esa zona es el del puente de A Ponte Vella de Abaixo o A Ponte Nova, al que se accede desde la rotonda de Vidán, y que sí estará habilitado para vehículos. Sera el único. En su caso, las obras, ejecutadas por la concejalía de Medio Rural con cargo a la subvención de la Diputación de A Coruña, van más lentas. En las primeras horas de la mañana de ayer no había nadie trabajando, aunque se preveía que por la tarde llegara la ferralla para preparar la estructura para las labores de hormigonado, que se realizarán la próxima semana. Las dos obras están siendo ejecutadas por la misma empresa, y los vecinos aseguran que, con cierta frecuencia, trabajan de forma alterna en uno y otro puente.

El concejal José Manuel Pichel cree que la circulación se abrirá a finales de diciembre o en los primeros días de enero. El plan de trabajo marca que, tras el hormigonado de la próxima semana, habrá que esperar 28 días para hacer la prueba de carga. Coincidirá con los días de vacaciones de la construcción, aunque podrá hacerse igualmente. El concejal considera que, si se supera la prueba, los coches pasarán casi inmediatamente. En este proyecto se incluye el acondicionado del entorno de la fuente.