Al menos el 15 % de los negocios de ocio nocturno de Santiago siguen cerrados

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Los hosteleros calculan que el aforo se queda al 75 % por la distancia de seguridad

31 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los establecimientos de ocio nocturno recuperaron el 100 % del aforo, y pese a ello aún siguen sin abrir todos los locales de Santiago. Thor Rodríguez, presidente de la Asociación de Hostelería Compostela, calcula que entre un 15 y un 20 % de los negocios siguen cerrados, mientras que Sergio Fernández, de la Asociación de Bares, Pubs y Discotecas de Santiago, eleva este porcentaje hasta el 30 %. Jesús País, del Literarios, rebaja los locales sin apertura hasta un 10 o 15 %. Las diferencias entre unos y otros están relacionadas con el hecho de incluir o no aquellos establecimientos que ya anunciaron su cierre definitivo, como es el caso del Fraggle Rock, Retablo o Fonte Sequelo. En el grupo de los locales pendientes de recuperar la actividad normal están la discoteca Apolo y pubs y café-bares como Ultramarinos, Sónar, Capitol, Flor de Toxo, Albaroque, El Pozo, Conga y Fórum.

Sobre las razones para mantener los locales cerrados, el sector baraja diferentes causas. La dificultad para asumir el coste económico de un cierre prolongado es la razón fundamental entre quienes no pueden recuperar la actividad, según el sector. Una de las causas que más pesa a la hora de volver a abrir las puertas es la falta de rentabilidad de los negocios con un aforo restringido y limitado ahora por la distancia de seguridad, y la imposibilidad de utilizar las barras de los locales. Thor Rodríguez apunta que, si bien es posible llegar al 100 % del aforo, «en la práctica se queda por debajo, porque la distancia de seguridad de un metro y medio lo rebaja a un 75 %». Sergio Fernández cifra el porcentaje real de ocupación en un 60 %, en el caso de los establecimientos más pequeños del casco histórico. Por otro lado, el portavoz de los Bares, Pubs y Discotecas apuntó que muchos de los locales están optando por mantener las mesas para facilitar el control de las medidas para evitar los contagios de covid, lo que repercute en el aforo real.

Thor Rodríguez, por su parte, señala que tradicionalmente los pubs de la zona vieja siempre tuvieron mesas, porque «se valora precisamente poder sentarse a tomar algo y charlar». Considera que es diferente en aquellos en los que se baila, aunque sean pubs, y que «es probable que retiren las mesas cuando se aclare si se puede o no bailar». Suso País, por su parte, llama la atención sobre los horarios, y reclama que se recuperen los horarios de cierre habituales de la época prepandemia.

PACO RODRÍGUEZ

«La actividad musical normal no llegará hasta febrero del 2022»

La sala Capitol recuperará su programación el próximo día 7, con el concierto de Efterklang, el primero de la media docena de noviembre. En diciembre, Antonio Borrazás, director de programación de la sala, prevé celebrar 12 conciertos. «La actividad musical normal no se recuperará hasta febrero y marzo del 2022. Estaremos a tope, siempre que la situación siga controlada», explica. 

Los gestores de la Capitol optaron por reducir el aforo. «Trabajaremos al 50 %, 400 entradas. Se trata de ir ajustando el funcionamiento, ver cómo está la gente de cómoda, cómo se mueve por la sala y después se irá ajustando el porcentaje», apunta Borrazás. En la Capitol preocupa la repercusión de la evolución del covid en Europa sobre las giras de los artistas internacionales. «Si no pueden ir a Inglaterra o Alemania, o salir de Estados Unidos, se suspenden las giras y nos quedamos sin conciertos». El programador se mostró agradecido con las «personas que compraron entradas para conciertos aplazados y cancelados. No las devolvieron. Es de agradecer el respaldo».

Sandra Alonso

«No hay fecha de apertura, por ahora alquilo a grupos cerrados»

La sala Sónar, por ahora, seguirá cerrada al público en general. Su propietario, Jesús Peón, sigue sin ver clara «la recuperación de la normalidad, y por ahora mantendré la opción de alquilar la sala a grupos cerrados». En las últimas semanas, en la Sónar se organizaron fiestas privadas de universitarios que celebraron eventos para recaudar dinero para sus viajes de paso de Ecuador, y la noche del jueves acogió una fiesta de Halloween del Centro Superior de Hostelería. Peón explicó que, en estas operaciones, la sala se encarga del disyóquei y de la vigilancia en la puerta para garantizar la petición del certificado covid, entre otros controles, «lo que me permite asegurar que se cumplen las condiciones fijadas por la Xunta», explica Peón. 

De cara a los próximos meses, «aunque sin una fecha para empezar, estoy planteando abrir para ofrecer cenas para grupos de empresas». La Sónar tiene capacidad para 180 personas, pero «se limitará a 150-160. Se ofrecerá la cena de cátering, con un concierto y copas, pero para un grupo cerrado de personas», añade.