Las gallegas Copasa y Taboada Ramos reformarán la estación de tren de Santiago por casi 25 millones

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Todavía falta formalizar el contrato, pero Sánchez Bugallo espera que la intervención empiece en enero «como moi tarde»

05 oct 2021 . Actualizado a las 17:42 h.

La reforma de la estación de tren para dimensionarla a las necesidades de movilidad interna para la alta velocidad está a la vuelta de la esquina. No será de inmediato, porque el procedimiento administrativo para cerrar el contrato, el acopio de material y la organización del arranque de los trabajos requieren su tiempo, pero sí está ya a la vista.

De hecho, el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, cuenta con que la actuación pueda empezar «como moi tarde» en enero, después de que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) haya preadjudicado el proyecto a la unión temporal de empresas (UTE) conformada por las firmas gallegas Copasa y Construcciones y Obras Taboada Ramos SL, que se ha impuesto sobre otras doce competidoras con una oferta de prácticamente 25 millones (24.850.000 euros, sin contar el IVA), casi tres millones menos que el precio de licitación.

Tras la construcción de la nueva terminal de autobuses, la pasarela y la adaptación previa de las vías, la reforma de la estación de viajeros es la última actuación pendiente en la intermodal, aunque tardará dos años y medio en completarse. Ese es el plazo con que se licitó el proyecto, que aportará un edificio de 5.000 metros cuadrados sobre las vías y una plaza de 1.500 metros cuadrados en el frente que da al Hórreo, calle con la que la estación conectará a nivel. Ahora lo hace a través de unas escaleras.

El nuevo diseño de la estación girará 90 grados sobre la actual terminal para facilitar los transbordos entre el tren y el autobús con recorridos a cubierto. La nueva estación, ahora mismo con un recibidor muy ajustado, tendrá un vestíbulo de 900 metros cuadrados donde se dispondrán los servicios para el usuario y locales comerciales y de restauración. Según Sánchez Bugallo, con la firma del contrato en ciernes «estase cumprindo o previsto» con los plazos.