Inmaculada Rodríguez, directora de Unirisco: «Hemos apoyado 38 proyectos y contribuido a crear 400 empleos»

GalChimia, TasteLab, Situm, Oncostellae, Palobiofarma, Ancora, InVerbis, Appentra y AMS Lab, entre más de una treintena de empresas, tienen una nexo común: Unirisco. En todas ellas participa o lo hizo años atrás la primera sociedad de capital riesgo universitaria creada con el fin de apoyar a firmas que surgen del conocimiento generado en la universidad. Desde hace un año al frente de esta sociedad está Inmaculada Rodríguez Cuervo.

-Unirisco busca transformar el conocimiento de las universidades en proyectos empresariales exitosos. ¿Cómo se traduce eso en la práctica?

-Unirisco ha sido una iniciativa pionera en España y hasta la fecha única. Hace 20 años, Darío Villanueva, rector de la USC, logró impulsar junto con diferentes empresas en Galicia la creación de una sociedad de capital riesgo específica para invertir en los proyectos tecnológicos que surgían en las universidades. Había una falta de financiadores de proyectos muy innovadores en fases de presemilla y semilla. Nadie se atrevía a invertir ahí y se encontraban que esas iniciativas morían sin haber llegado ni tan siquiera al mercado por la falta de alguien que las financiara. Ante esa necesidad crearon Unirisco.

-¿Cuándo empieza la intervención de Unirisco en un proyecto?

-Cuando grupos de investigación o científicos han descubierto algo que es completamente nuevo y cuenta con una tecnología disruptiva, necesitan hacer un producto viable. Después, se van aproximando a la creación de una empresa y crean una para generar la explotación industrial de ese invento. Es ahí cuando nosotros entramos. Constituyes una empresa con 3.000 euros, pero hace falta algo más de ese dinero para lograr sacar un proyecto adelante. No es suficiente con tener un descubrimiento fantástico, hace falta saber organizar una empresa, estructurar, planificar, vender y cobrar. Nosotros no solo invertimos en el capital un dinero, sino que también ayudamos en lo relacionado con la gestión empresarial.

-¿Quedan muchas ideas surgidas en la universidad por el camino?

-Nuestra experiencia es que hay muchos más proyectos que la capacidad inversora que tenemos en este momento. Estamos ahora planificando una ampliación de capital precisamente porque no podemos abarcar tantos proyectos como deberíamos.

-¿Cuántos aguardan por apoyo?

-Cerca de 70, no solo de Galicia.

-¿Significa que se ha perdido el miedo a emprender?

-Está habiendo una progresión positiva hacia el emprendimiento, por eso es importante que empresas como Unirisco existan porque ayudan a dar seguridad a los nuevos emprendedores y a canalizar estos descubrimientos. Si no existiera no sé cómo se iba a gestionar ese «valle de la muerte», ese momento que existe entre los descubrimientos, la patente y el mercado real. De ahí el importancia del apoyo en esa fase crítica.

-Esta semana invirtieron en la «spin-off» de la USC InVerbis, ¿cuántos proyectos han apoyado?

-Hemos apoyado 38 proyectos con una tasa de éxito muy alta y de rentabilidad. Realmente, hemos contribuido a la creación de 400 puestos de trabajo de alta cualificación y apoyado más de 150 patentes. Entre las participadas ahora y las que han estado facturan en torno a 30 millones de euros al año.

-¿Qué criterios siguen para seleccionar un proyecto?

-Es fundamental que realmente la tecnología que desarrolla la empresa nueva sea de verdad novedosa, aporte un valor diferencial cierto, que no sea una copia de lo que ya exista; tiene que ser muy original y muy contundente en cuanto a las ventajas que le va a significar a las empresas. Luego, validamos la calidad técnica de esas investigaciones. También es muy importante que cuenten con una profesionalización, tienen que tener un plan de negocio consistente y creíble, y, por supuesto, muchas ganas e ilusión.

-¿Se quedó alguno de esos 38 proyectos por el camino?

-Sí, lo que también es normal porque invertimos en unas fases tempranas, con lo cual es lógico que algún proyecto pueda caer. Del orden de unos cinco proyectos han fallado estos años, del resto unos han logrado más éxito, otros menos, pero realmente para ser una empresa de capital riesgo que nos dedicamos a invertir en fases tan tempranas es un gran orgullo la labor que se ha hecho en estos 20 años.

«No somos conscientes de la calidad de nuestros científicos»

Inmaculada Rodríguez Cuervo explica que de los 38 proyectos apoyados durante estos 20 años por Unirisco el porcentaje más elevado procede de la USC «debido a que es el lugar donde más iniciativas han surgido, pero también la más grande y más antigua». Destaca que es muy fuerte en descubrimiento de fármacos, en el desarrollo de moléculas, en biotecnología e inteligencia artificial. En este último aspecto también sobresale la Universidade da Coruña, así como en el naval, mientras que en la de Vigo lo hace en automoción, software y telecomunicaciones.

-En Santiago, ¿qué proyectos de futuro destacaría que se están gestando en estos momentos?

-Ahora mismo hay líneas de proyectos muy importantes que tienen que ver con el desarrollo de tratamientos de fármacos para el cáncer.

-¿Cómo puede incidir la puesta en marcha del polo biotecnológico de A Sionlla?

-Es una oportunidad para todos los que estamos invirtiendo, desarrollando, participando en el campo de la salud y de la biotecnología porque es una iniciativa única para aglutinar a toda la industria. A Sionlla es una oportunidad no solo para Santiago, sino para Galicia y para España.

-¿En qué ámbitos están poniendo el foco Unirisco para invertir?

-Nosotros estamos poniendo el foco en todo lo que tiene que ver con «agro food», con desarrollos en alimentación, en la transformación del sector primario de Galicia. Era una asignatura pendiente. Además, todo lo que tiene que ver con la economía circular, con energía, con el hidrógeno verde son apuestas muy importantes y en las que está habiendo muchas y muy interesantes iniciativas.

-¿Se conoce realmente a nivel social la investigación que se hace en nuestras universidades?

-Aunque uno se puede imaginar que se hacen cosas, no somos conscientes la sociedad del esfuerzo, la cantidad y la calidad de los investigadores que tenemos. Algunos de ellos están trabajando en colaboración con Estados Unidos porque hoy no se concibe el desarrollo de conocimiento en parcelas de minifundio. Llevo un año aquí y me quedé impresionada del nivel tan alto de nuestros científicos y la relevancia a nivel mundial que muchos de ellos tienen. Están aquí entre nosotros y no lo sabe ni su vecino.

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