De las 1.200 dosis de Pfizer disponibles, solo se administraron 269
14 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Frente a los altos porcentajes de respuesta habituales en las jornadas de vacunación contra el coranavirus con cita, las repescas que está efectuando el Sergas para no dejar a nadie sin esa cobertura sanitaria no acaban de lograr la misma respuesta. Sucedió en el Gaiás el pasado sábado, y volvía a suceder ayer en el punto habilitado en el auditorio Vidal Bolaño del campus sur compostelano. Y es que de las 1.200 dosis de Pfizer disponibles, solo se administraron 269 (menos de la cuarta parte) en una vacunación que se desarrolló ininterrumpidamente de 9 a 20 horas.
Eso sí, quienes pasaban para recibir el pinchazo mostraban su satisfacción por recibir la vacuna, en un proceso fluido y sin complicaciones. Porque en esta repesca, abierta a toda la población mayor de 12 años, las facilidades eran todas: bastaba mostrar el DNI, la tarjeta sanitaria o el pasaporte. La enfermera Fátima Dono explicaba que a primera hora de la mañana se notó la mayor afluencia: «Sobre todo xente nova, doutras comunidades, alumnos de Erasmus e de doutorados», junto a personas que por diversos motivos no habían podido acudir a la cita de vacunación en su día.
Fue el caso de Leandro Lorenzo, de 55 años, que acudió con su esposa a inocularse la única dosis que completa su pauta: ellos y su hija superaron la enfermedad en abril, y solo esta última acudió en la fecha que le marcó el Sergas: «A min cando me chamaron estaba fóra e non puiden ir».
El colombiano Edwin Cardona, de 36 años y dos de residencia en España, encontró en la vacunación en la USC la alternativa que esperaba. Con la tarjeta del Sergas aún en tramitación y tras haber superado una reciente cirugía se mostraba contento tras haber recibido la primera dosis, para estar más seguro y para poder viajar: «En 19 o 21 días me llamarán y me indicarán dónde tengo que recibir la segunda».
Segunda dosis era la que ayer recibía Alejandra Marciel. Esta estudiante pontevedresa de Ciencias Políticas, de 19 años, había sido citada ayer en su ciudad, pero para no perder clases acudió directamente al auditorio Vidal Bolaño. El japonés Hikaru Machida, de 29, que cursa un máster en Santiago, se enteró por mensajes de sus amigos de que podía vacunarse sin cita y no lo dudó: «Estaba preocupado sin la vacuna. Y para viajar a otro lugar y volver a Japón, necesito el pasaporte de vacunación. Estoy contento por vacunarme», decía sonriente.
En los casos de personas sin tarjeta del Sergas, se les tramitó un alta rápida, para registrar la vacunación. Hoy habrá de nuevo oportunidad de vacunarse, con 1.200 dosis, de 9 a 20 horas en el auditorio Vidal Bolaño.