Santiago prefiere para la segunda residencia Barbanza, Arousa y la ría de Muros-Noia

cinthya martínez / s. l. SANTIAGO / LA VOZ

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Las inmobiliarias relativizan el tópico de la predilección compostelana por Sanxenxo

05 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El tópico de la predilección de los compostelanos por Sanxenxo no se cumple en la elección de la segunda residencia. Al menos, no en la actualidad. Las inmobiliarias aseguran que se inclinan por la costa del Barbanza -en enclaves como Boiro, Ribeira o A Pobra do Caramiñal- zonas de la ría de Muros-Noia o localidades de Arousa, como Vilagarcía. Son localizaciones que no están tan concurridas y que, además, resultan mucho más económicas.

Un piso destinado a segunda vivienda en alguno de esos enclaves puede rondar ahora mismo entre los 50.000 y los 80.000 euros. Según apuntan desde Dac Santiago, se trata de viviendas más pequeñas que lo que se demanda para una residencia habitual, donde se valora más la amplitud y calidad. Además, en la costa se suele preferir antes un piso que una casa. Esta última, «da mucho más trabajo, necesita unos cuidados, y la gente no busca eso cuando va de vacaciones», apuntan desde la inmobiliaria.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que en los mismos pueblos costeros, hay mucha variedad de precios. «Por ejemplo, en Ribeira no es lo mismo un piso en la zona de arriba del pueblo que otro más cerca de Castiñeiras. El último es más caro», precisan. Un piso en esta parroquia de Ribeira, de 75 metros cuadrados y dos habitaciones, que se encuentre cerca de la playa, puede costar aproximadamente 90.000 euros.

Las diferencias de precio son notables si se compara con una vivienda de las mismas características en Sanxenxo. «Un piso en esta zona ronda los 250.000 euros, y en Portosín lo puedes encontrar por 50.000», asegura Javier Corcoba, director de Engel & Völkers en Santiago. Y aunque no se demandan tantos atributos como para una primera vivienda «se buscan vistas al mar y se opta a pagar más para poder tenerlas», añade.

No obstante, en el mercado de la compra-venta de segundas residencias se buscan mucho las ofertas. «A segunda residencia nestas zonas é competitiva si ronda entre os 70.000 ou os 80.000 euros», aseguran desde la inmobiliaria Rey. Entre los interesados, parejas compostelanas que se encuentran ambos trabajando, con una renta media de 3.000 euros al mes y que tienen la hipoteca de su primera residencia pagada o a punto de hacerlo. «Ao final é a clase media, non os ricos, porque o mercado de luxo vai aparte», asegura Óscar Rey, gerente de la inmobiliaria Rey.

En este sentido, Carlos Debasa, presidente de la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalin) apunta a una ventaja: ahora mismo el acceso a la financiación es más sencillo. «Los bancos están financiando a cualquiera que tenga unas nóminas o unos ingresos regulares, y esa circunstancia es clave para optar a comprar una vivienda o una segunda residencia». El barómetro de Agalin para el segundo trimestre del 2021 apunta que en la disposición de crédito hipotecario no se han observado variaciones importantes con respecto a períodos anteriores, pero sí se aprecia una tendencia que mejora las previsiones de cara a lo que queda de año.

«El año pasado había más demanda, ahora está parado»

El barómetro de Agalin para el segundo trimestre refleja que solo el 4 % de las adquisiciones inmobiliarias realizadas en esos meses fueron destinadas a segunda residencia, y manifiesta que este tipo de compras han perdido fuerza en este último trimestre con respecto a los anteriores.

«Este verano no ha sido como el anterior, en el que todo el mundo quería un piso en la playa o cerca del mar», comentan desde Dac Santiago. El contexto de pandemia y la consecuente imposibilidad de moverse con libertad por el territorio propició que mucha gente se buscase una segunda residencia en la que instalarse para pasar la temporada estival. Pero este año las tornas cambiaron, y la mejoría de la situación sanitaria ya permite viajar con más tranquilidad. «Este verán a xente preferiu facer turismo dun lado para outro. Non lle compensa facer unha inversión nunha segunda residencia, a non ser que encontren unha ganga por 70.000 euros, que entón si que optarían a comprar», indican desde la inmobiliaria Rey.

De hecho, las agencias se mojan y confiesan que no ha sido, ni mucho menos, una buena temporada. «Por ejemplo en Porto do Son se vendió algún piso este verano, pero fue un verano malo para este tipo de mercado», comentan en Engel & Völkers. Añaden que ahora mismo, justo en esa localidad, «tampoco hay ninguna promoción de obra nueva de calidad». Por lo tanto, a la escasez de demandantes se le une la falta de una oferta atractiva. Aunque existen pisos disponibles, estos llevan ya mucho tiempo en el mercado. «Non se pode pretender que se vendan agora inmobles que levan anos parados», resaltan desde la agencia Rey. Y ponen algunos ejemplos, como la zona de Carnota (Muros), Boiro o Vilagarcía de Arousa. De esta última, además, aseguran que «foi moito máis do que está sendo a día de hoxe», si bien en la inmobiliaria advierten que «está empezando a recuperarse».