Jugadores del Estudiantil Vista Alegre denuncian el impago de sus nóminas

N. C. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El entrenador también reclama los últimos meses de su salario

16 ago 2021 . Actualizado a las 20:01 h.

El matrimonio entre el Estudiantil y el Vista Alegre empezó mal. Desde el inicio, muchas discrepancias y demasiadas contrariedades. Turbulencias en cada travesía y exceso de dificultades en cada puesta en escena. El proyecto arrancó con problemas, discusiones e incluso demandas. El Estudiantil Vista Alegre empezó a competir en la Tercera División en un año complicado y castigado por la pandemia del covid-19.

Se confeccionó una plantilla con importantes salarios, superiores a la media de los que había en la categoría. Se le dieron demasiadas vueltas a la configuración del vestuario, con altas y bajas sobre la marcha. El equipo inició el trayecto con el pie izquierdo. Derrota tras derrota. Se hundió en lo más profundo de la tabla clasificatoria. Desde el pitido inicial, el Estudiantil Vista Alegre era uno de los más serios candidatos al descenso.

Los malos resultados pronto le costaron el puesto al entrenador. Desde el club buscaron un revulsivo. Regresó al vestuario del equipo un viejo conocido. Gelucho se hizo cargo del equipo con la misión imposible de lograr la permanencia. Se buscaron nuevos jugadores y la plantilla sufrió importantes modificaciones, con futbolistas del agrado y de la confianza de Gelucho, jugadores que arribaron al conjunto de la capital de Galicia con un salario muy inferior a los que iban abandonando la nave azulgrana.

Los resultados

De inmediato, los resultados empezaron a ser favorables. El equipo, con la llegada del nuevo técnico, volvió a sonreír, aunque con demasiado déficit de puntos con respecto a sus rivales. Además, el sistema de competición jugaba muy en contra del Estudiantil Vista Alegre. La salvación, aún ganándolo todo, era algo casi imposible.

Al final se confirmó lo que todos sospechaban. No fue suficiente la reacción y el equipo descendió, pese a sumar un número importante de puntos desde la llegada de Gelucho. En este curso de pandemia los descensos fueron muy numerosos.

Ahora, pese a haberse inscrito ya en la competición de la Preferente Galicia, hay bastantes dudas sobre la viabilidad de un nuevo proyecto. El club tiene que hacer frente en las próximas fechas a varios préstamos y a una deuda importante. De entrada, hay un préstamo de 150.000 euros, otro anterior de 37.000 y una deuda a jugadores, técnicos y proveedores de unos 50.000 euros.

Deudas

A Gelucho, entrenador del primer equipo, se le deben las dos últimas mensualidades. Tiene firmado un año más de contrato, pero el técnico denunció el incumplimiento en el pago de sus nóminas. A Gelucho se le debe incluso una cantidad de su anterior etapa en la Agrupación Estudiantil. También denunciaron varios jugadores el impago de sus últimas nóminas, como son los casos de Moreiras, Manu Rodríguez y Christopher. El Estudiantil Vista Alegre venía pagando en la última temporada sueldos de hasta 2.000 euros en algunos casos, con seguridad social incluida y con piso aparte, cifras demasiado elevadas para la categoría de Tercera División.

Mientras se desconoce qué va a suceder en las próximas fechas, el club está intentando confeccionar una plantilla para este curso. Va con mucho retraso, pues equipos de la misma categoría ya tienen casi cerradas sus plantillas. El Boimorto cuenta con veinte futbolistas y está esperando que pueda llegar algún refuerzo más que suba la calidad del colectivo. El Sigüeiro, ahora filial del Compostela, ya tiene todo cubierto. El Dubra también cerró su vestuario cuando todavía faltan varias semanas para arrancar la temporada.

El O Pino, que mantiene el mismo bloque del ascenso a la Preferente Galicia, tiene su plantel decidido. Lo mismo sucede con el Xallas, que podría reforzarse con algún elemento más para su línea defensiva de aquí al inicio de la temporada. El Estudiantil Vista Alegre se quedó sin plantilla y ahora el tiempo juega en su contra.