El gran bum de las viviendas de uso turístico en Santiago se produjo en el 2019. Así, entre mayo del 2018 y julio del 2019 se registró un incrementó del 79 % en la oferta de pisos turísticos, al pasar de 315 a 566. Un año después, en marzo del 2020, el número de inmuebles creció otro 27,7 %, llegando a contarse con 723 viviendas de uso turístico. Este último dato llama especialmente la atención, ya que entre el 2019 y el 2020 fue cuando se endurecieron las normas para poner en marcha este tipo de alojamientos.
Óscar Soneira, de Aviturga, considera que el estancamiento de esta oferta de alojamiento en Santiago es producto una «visión miope» por parte de las autoridades locales: «Las familias que buscan estos alojamientos no se van a los hoteles, sino a las viviendas de uso turístico de otras ciudades. El gasto que realizan estas familias es alto, y se va a otra ciudad».