La nueva ordenanza de circulación de Santiago sigue adelante con la abstención de PP y CA

r.m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

Rebaja a 10 kilómetros la velocidad de la zona vieja y veta la bici en algunas de sus calles

01 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La nueva ordenanza de circulación pasó ayer su primer trámite plenario con el único apoyo efectivo del gobierno (PSOE) y la abstención favorecedora del PP y CA, que logró encajar la mitad de sus enmiendas. A petición de la formación que lidera Marta Lois, la ordenanza incorporará la posibilidad de transportar a personas en asientos adicionales o remolques acoplados a las bicis siempre que el conductor sea mayor de edad (el gobierno limitaba la posibilidad de transporte a una sola persona y menor de 7 años) y admitirá el traslado de animales en remolques o semirremolques, con elementos homologados y ajustándose a las limitaciones de peso estipuladas en ambos casos.

CA también logró encajar el rebaje (de 3 a 1,20 metros) del espacio que las bicicletas deberán dejar accesible al estacionar y que estas puedan circular en grupo formando una columna de dos como máximo, salvo que las circunstancias del tráfico o la visibilidad no lo permitan. Fuera quedó su aspiración de que las limitaciones de circulación y parada establecidas para las zonas peatonales (como el casco viejo) no fuesen de aplicación a las bicicletas.

La introducción de esas aportaciones no impidió, sin embargo, que Xan Duro calificase la ordenanza de parche y reclamase que quedase sobre la mesa para abordarla en diálogo con los ciudadanos y sacar «unha verdadeira mudanza na mobilidade». Un diálogo que tanto CA como el BNG piden expresamente con los usuarios de las bicicletas, a los que el gobierno «non escoitou». Ambas formaciones reconocieron que ese diálogo se dio con los grupos políticos, pero «non con quen sabe e coñece», según Goretti Sanmartín, que exigió no «un parche», sino un modelo más amable de movilidad que «non teña que ver con facer do coche o centro de todo». Composcleta, que intervino al inicio del pleno, calificó esta de normativa «anti bici» y pidió a la oposición que votase en contra. Solo lo hizo el BNG, al que le rechazaron sus enmiendas, algunas coincidentes con las de CA, denunció Sanmartín después de que el edil del área, Gonzalo Muíños, lamentase que el debate sobre la modificación de una ordenanza que actualiza otras cuestiones y limita los horarios de carga y descarga en el casco viejo para poner más orden se haya centrado «nun só artigo», el que regula el uso de las bicicletas.

La ordenanza fija la futura velocidad para el casco viejo en 10 kilómetros y admite la circulación de las bicis en ese ámbito, aunque se vetará en calles estrechas y de mucho tránsito peatonal. El PP observó que eso significa un cambio de concepto en un espacio «hasta ahora peatonal», salvo en horarios de carga y descarga, vino a decir Sánchez-Brunete, «y pedimos que la convivencia sea pacífica». El edil echó en falta informes de la Policía Local y Tussa. El texto se publicará ahora para la formulación de alegaciones.

Desestiman un paso de peatones en el Hórreo ante la inminencia de la reforma del vial 

El gobierno estudiará la petición del PP de que se instale un paso de peatones en el Hórreo, frente a la pasarela, aunque prácticamente descarta que se vaya a instalar. Según Gonzalo Muíños, no se trata solo de pintarlo, sino que según los técnicos requeriría un semáforo, lo que supone un coste cuando ya está en licitación la reforma del vial. El edil dice que se ha reforzado la señalización y la vigilancia policial.