El Ayuntamiento de Santiago pide a la Xunta que revise ya los aforos del transporte

El Ayuntamiento no puede reforzar la línea 6 del transporte urbano (Santiago-Aeropuerto de Lavacolla) más de lo que lo ha hecho ya con la sustitución de los autobuses que la cubrían por otros de mayor longitud y, por tanto, con más capacidad. Eso es lo que vino a decir ayer el alcalde, por la falta de autobuses suficientes, aunque Raxoi está buscando fórmulas para dar respuesta, por otra vía, a los usuarios del servicio que se están quedando en tierra porque la demanda en origen (en el aeropuerto o en la ciudad) ocupa ya en buena medida la capacidad de aforo de los autobuses, mermada por las restricciones todavía en vigor por el covid-19.

Esa solución pasa por el ajuste de los horarios de la línea 5 -coincidente en el trayecto de la 6 entre San Marcos y plaza de Galicia-, que adaptaría sus frecuencias para circular cinco minutos antes o después de que lo hagan los autobuses de la línea 6. Sin embargo, esta no parece un arreglo definitivo, entre otras cosas porque se supone que la carga de las horas punta lo será por igual para ambas líneas.

La solución definitiva para el Concello parece estar, al menos inicialmente, en el alivio de las restricciones de aforo en el transporte público, condicionado aún por las limitaciones impuestas con la pandemia. El Ayuntamiento entiende que ha llegado el momento de suavizarlas. Con autobuses ahora con 110 plazas de aforo, la línea del aeropuerto solo puede transportar a la vez un tercio de esa capacidad, según expuso ayer el alcalde ante el interés mostrado por los medios por este problema en el acto en el que hizo balance, junto con todo su gobierno, de los dos años de mandato.

Con esas limitaciones solo se pueden ocupar 40 plazas de 110, precisó el alcalde, quien entiende que, para los usuarios que están en la parada, se hace difícil entender que el autobús pase de largo cuando ya tiene ese límite del pasaje cubierto. «Pero nós no temos autobuses suficientes» para compensar esa situación, dice al tiempo que proclama que ahora mismo le parece «inaceptable» ese límite de aforo. Y defiende que la Xunta debe revisarlo.

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É o límite de hai 6 meses

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Ese límite «é o mesmo que hai seis meses», dice el alcalde capitalino, para quien es difícil de explicar también «que sexa máis perigoso ir en autobús que a unha discoteca», por lo que el Ayuntamiento ha demandado ya al Gobierno gallego que reexamine los protocolos de aforos para el transporte urbano, «como se están revisando os dos restaurantes, bares e comercios de todos tipo». Si se hace, «automaticamente» el problema de la línea 6 «queda resolto», concluye.

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