El Sónar pasa sin incidentes el ensayo del ocio nocturno

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

14 jun 2021 . Actualizado a las 21:38 h.

A la una en punto de la madrugada de ayer la sala Sónar volvió a quedarse vacía. Era la hora marcada por la Consellería de Sanidade para finalizar la prueba piloto que permitió testar el protocolo planteado para la reapertura del ocio nocturno. De las 60 personas que tenían el pase para poder entrar en el local, dieciséis no acudieron a la cita. Jesús Peón, propietario de la sala, comenta que algunos faltaron por razones laborales, otros por cuestiones personales y de algunos desconoce las razones para ausentarse. El hostelero tampoco tiene información sobre si, entre las 16 personas con invitación que faltaron, se detectó algún positivo de covid en las PCR realizadas 48 horas antes.

La prueba del sábado comenzó puntual: a las 21.00. Y no se registraron incidentes a lo largo de las cinco horas marcadas para poner a prueba el ocio nocturno. Algunos clientes salieron en algún momento para fumar y volvieron a entrar, pero en general las personas permanecieron en el local durante prácticamente toda la noche. Peón apunta que las cinco horas se quedaron cortas, y que las personas que acudieron a la prueba hubieran aguantado aún más. Todos serán citados en unos días para repetir la PCR y comprobar si hay algún positivo.

La sala elegida en Santiago para la prueba piloto tiene, en condiciones de normalidad, capacidad para 180 personas, pero el protocolo lo dejó en un tercio, es decir, solo 60 podían acceder al recinto. Jesús Peón asegura que aceptó poner su sala a disposición de Sanidade para probar el protocolo, aunque indica que, de mantenerse ese porcentaje de un tercio del aforo a partir del 1 de julio, no abrirá el local, porque no compensa económicamente movilizar a todo el personal necesario para atender la sala.

La jornada del sábado fue la primera desde el inicio de la pandemia en la que abría sus puertas la sala Sónar. El local cerró el 14 de marzo del 2020, cuando se decretó el estado de alarma. Aunque se permitió la apertura de la hostelería nocturna durante el pasado verano, el propietario de la Sónar decidió entonces mantener sus puertas cerradas, al entender que no había garantías de seguridad sanitaria para su personal. Ahora, con el avance en la vacunación, confía en que se amplíen aforos y horarios.