El radar constata que los compostelanos responden sin grandes excesos al límite viario de 30

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

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XOAN A. SOLER

Los controles de anteayer arrojan medias de entre 32 y 36 kilómetros por hora

27 may 2021 . Actualizado a las 22:08 h.

Los compostelanos están respondiendo bien al descenso de las velocidades máximas decidido por la Dirección General de Tráfico en los cascos urbanos. Es la conclusión que ha sacado el departamento de Tráfico de los controles realizados anteayer y ayer en varios puntos. Las nuevas limitaciones apenas han obligado a mudar hábitos en el centro, donde -además de su propia estructura, reductora de la velocidad- el límite de 30 impera ya desde hace tiempo. Pero otra cosa son las vías de mayor capacidad en las que el disco ha bajado de 50 a 30 kilómetros por hora en las últimas semanas.

Esos son los que está controlando el Ayuntamiento con el radar móvil instalado en un coche camuflado de la Policía Local que anteayer se vio por Clara Campoamor, la avenida de Ferrol y Volta do Castro. Y la media, sin ceñirse a los 30 kilómetros que marca la normativa, no se aleja mucho de esa velocidad. El Concello no aportó ayer las velocidades máximas detectadas en las comprobaciones del día anterior, pero las medias no superan los 36.

Justamente esa es la velocidad que reportaron los 22 vehículos controlados en la avenida de Ferrol, en sentido de salida. En Volta do Castro, donde la vigilancia fue más amplia (hasta 117 vehículos que circulaban en dirección a la ciudad), la media ya bajó a los 32 kilómetros por hora. En medio se quedaron los 65 vehículos controlados en Clara Campoamor, en sentido al Restollal. Ahí la media arrojó 34 kilómetros por hora. «A gran maioría está a respectar as velocidades, o cal é para congratularse», según el concejal de Mobilidade, Gonzalo Muíños, quien ayer felicitó «o comportamento dos cidadáns polo bo grao de cumprimento das limitacións da velocidade que veñen da DXT».

Estos controles tienen carácter informativo y no se está multando, salvo que se detecten casos muy flagrantes. Y anteayer no parece que los hubiese. No se impuso ninguna sanción, según Muíños. «O que estamos a facer é un estudo das velocidades a que se está a circular, como xa se teñen feito antes noutras rúas», dice el edil, «para ver como está a resultar» la implantación de los nuevos límites «e ver se hai que tomar medidas» para algunas de esas zonas.

La atención ciudadana ayer estuvo más puesta en Clara Campoamor por la reciente inauguración de la estación de autobuses. Este vial, hasta hace unos meses con cuatro carriles y disco de 50 ha reducido su capacidad y la velocidad (ahora 30) para asumir la movilidad preferente de los autobuses. Y por esa preferencia, y la ralentización del tráfico que conlleva, el Concello insiste en que el tráfico entrante por el Castiñeiriño y con destino más allá de la avenida de Lugo tome Santiago de Cuba y el túnel del Hórreo.