Además de la tramitación burocrática, tendrá que acondicionar -con el equipamiento y el software que se adquirirá en este concurso- los dos vehículos que Tussa habilitará para el servicio. Aunque inicialmente preveía dedicar dos de los abandonados en el depósito local que pasan a titularidad municipal una vez vencido el plazo para su reclamación, finalmente habilitará dos de su propia flota. El traslado de la estación de autobuses a Clara Campoamor, más céntrica y donde tiene su sede la empresa municipal, le posibilita prescindir de ellos para su propia movilidad laboral.
Ambos multamóviles portarán un lector de matrículas que permitirá reconocer si los vehículos estacionados en esos ámbitos están autorizados para ese tipo de estacionamientos o si se pasan en el tiempo de uso. El servicio será atendido por personal de la grúa, que se reconducirá para este tras la caída de actividad en la retirada de vehículos de la vía pública.