La hostelería de Santiago estrenó sus nuevos horarios con calma y más sobremesa

b. casal SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

El responsable del restaurante O Dezaseis, Avelino Martínez, estrenó el nuevo horario con tranquilidad y clientes que no eran conscientes del alivio
El responsable del restaurante O Dezaseis, Avelino Martínez, estrenó el nuevo horario con tranquilidad y clientes que no eran conscientes del alivio Sandra Alonso

Muchos clientes, indica desde el sector, no estaban al tanto del alivio sobre todo en la noche del sábado

11 may 2021 . Actualizado a las 19:24 h.

La noche compostelana está cada vez más cerca: el último alivio de restricciones le ha devuelto unas cuantas horas a la hostelería, mientras que su clientela recuerda poco a poco el sabor de las sobremesas. Esas son las sensaciones que quedaron después del primer fin de semana sin estado de alarma, con los bares trabajando hasta las once y los restaurantes hasta la una. «Abrimos o sábado e de afluencia foi como o que estabamos tendo, só que con dúas horas máis», señala Martín Calviño, del Riquela, que da cuenta de una calma en Santiago que nada tuvo que ver con las aglomeraciones de otras ciudades como Madrid o Barcelona.

Más de lo mismo se vivió el sábado y también el domingo en el Pub Atlántico. «Todo foi igual de controlado que cando pechabamos ás nove. Ao final o aforo é o mesmo, só que tes algo máis de tempo para traballar», explica su dueña, Pilar Fernández, que destaca la cantidad de despistados que no eran conscientes de los nuevos horarios. «Moita xente aínda non o tiña asimilado e quedaba sorprendida», añade Fernández. En su opinión, el descontrol de la gente puede estar en la calle o ya en el ámbito privado, pero «nos bares hai unhas normas e un control».

Las sensaciones en los restaurantes fueron parecidas, cuando no iguales, que en los bares. La noche del sábado también fue tranquila para O Dezaseis, en la rúa de San Pedro, según cuenta su responsable Avelino Martínez. «Parte da clientela non sabía que podía estar ata a unha. As mesas das 21.30 alongaron algo máis e as últimas que entraron foron as das dez e media, que xa sabían do novo horario», apunta Martínez, que también vivió un arranque tranquilo y que cree que «isto para o que vale é para recuperar conversas e sobremesas».