Unión y fuerza

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

09 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace mucho tiempo, es obligada la colaboración entre ayuntamientos vecinos para acceder a mejores servicios y equipamientos, aunque no siempre lo han entendido así. Ahora, con un horizonte de recursos públicos escasos, lo que era lógico pasa a ser obligado, por encima de los partidismos y de las relaciones personales entre gobiernos locales. No es esta una prioridad desconocida en algunas comarcas del área de Compostela y, si bien esta colaboración no tiene por qué ceñirse a la duplicidad burocrática que conllevan estructuras administrativas supramunicipales, hay que recordar que sobrevive una única mancomunidad de municipios, la Ordes, y que desde hace tiempo hay una dinámica de colaboración consolidada entre los tres ayuntamientos de Sar, y a dúo o incluso a tríos, en la comarca de Santiago, muy especialmente entre Boqueixón y Vedra o Ames y Brión, o entre los dos barcaleses, Negreira y A Baña. De esta colaboración que no merma la autonomía municipal porque es fruto de la voluntad de los ayuntamientos, depende no solo la puesta en marcha de iniciativas para las que la unidad de acción es indispensable, como los programas de empleo, sino de servicios que de otra forma no podrían conseguir ni sostener por sus propios medios, en especial los equipamientos sociocomunitarios, tan necesarios para sus poblaciones envejecidas. Con experiencias positivas o no tanto en las mancomunidades de servicios concretos -Ames sigue deshojando la margarita sobre su continuidad o no en la de Barbanza para la gestión de residuos- hay objetivos esenciales para resolver problemáticas concretas y, más todavía, para fijar un punto de inflexión y normalizar estos mecanismos de colaboración supramunicipal. El del parque de bomberos de la comarca de Santiago, en un laberinto desde hace más de tres lustros por falta de voluntad política, es clave y deberá ser objeto de una decisión firme en los próximos días. Ahora o nunca para un servicio del que dependen vidas, aun contando con la eficiente labor de los grupos de emergencias supramunicipales. En este y en otros servicios, Santiago y Ames tienen que ser los motores que tiren del carro, en vez de seguir viviendo sin mirarse a la cara.