La reapertura del Panteón de Galegos Ilustres, frenada por «falta de medios»

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

En los últimos meses el panteón de Bonaval ha acogido varios actos públicos e institucionales, como una lectura de la obra de Rosalía de Castro organizada por la Asociación de Escritores en Lingua Galega, así como otros de índole político. El próximo sábado, sin ir más lejos, está previsto uno de ellos
En los últimos meses el panteón de Bonaval ha acogido varios actos públicos e institucionales, como una lectura de la obra de Rosalía de Castro organizada por la Asociación de Escritores en Lingua Galega, así como otros de índole político. El próximo sábado, sin ir más lejos, está previsto uno de ellos PACO RODRÍGUEZ

Solo se puede visitar bajo petición previa y aviva la polémica sobre su gestión

09 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La desescalada no ha llegado al Panteón de Galegos Ilustres, que a diferencia de otros museos y espacios de interés cultural no ha reabierto sus puertas al público. El lugar donde descansan los restos de Rosalía de Castro, Alfredo Brañas y Castelao, entre otras figuras claves en la historia de Galicia, permanece cerrado desde que llegó la pandemia y solo en contadas ocasiones se ha podido acceder a él. ¿La razón? Desde el Arzobispado explican que el Museo do Pobo Galego se encargaba del control de acceso y gestión del recinto, situado en la iglesia de San Domingos de Bonaval, pero a raíz de la crisis sanitaria comunicó que por cuestiones de logística y de falta de personal no podía hacerse cargo de la limpieza y los protocolos que necesariamente había que implantar para su reapertura.

El Arzobispado, que recuperó la propiedad del Panteón de Galegos Ilustres tras tres décadas de litigios con el Concello de Santiago, aclara que se puede acceder a él siempre que se solicite previamente la visita a través del museo. Desde allí trasladan la petición a la institución religiosa y, dicen, «se conceden todas las que nos llegan, ya sea por parte de un grupo, de un particular o por parte de cualquier colectivo que quiera llevar a cabo un determinado acto». No obstante, esto exige cierta previsión y no es posible realizar visitas si estas no fueron programadas con cierta antelación para ser autorizadas.

Tratándose de un bien declarado de interés cultural (BIC) y como refugio y símbolo de la memoria gallega, de su historia e identidad, varios colectivos critican que permanezca semicerrado y reclaman que se pongan los medios para que todo el mundo pueda volver a disfrutar de este patrimonio. El último en hacerlo fue el BNG, que instó tanto al Parlamento gallego como al Concello de Santiago a interceder para que se lleve a cabo su reapertura e insistió en una idea que lleva demandando años, que sea «un espazo civil, laico e público». Esta situación ha contribuido a reavivar la polémica sobre su gestión y titularidad, que ya llegó al Tribunal Supremo hace algo más de una década. 

Aperturas puntuales

Durante la pasada Semana Santa, recuerda la entidad eclesiástica, los turistas y vecinos pudieron acceder al haber allí una exposición de pasos de las cofradías de la ciudad; a la vez que el templo está abierto y se mantienen los actos litúrgicos (desde vigilias hasta las eucaristías que celebra el primer sábado de cada mes la Cofradía del Rosario). Argumenta, por otra parte, que el Panteón de Galegos Ilustres no es un caso aislado y hay otros espacios culturales que hasta ahora no han podido reabrir y recuperar la normalidad, como sucede con el museo de San Martiño Pinario, por ejemplo.

La disputa sobre la titularidad del recinto de Bonaval se resolvía hace 11 años, con la firma de un convenio entre la Consellería de Cultura y el Arzobispado de Santiago, después de que el Supremo fallase a favor de la Iglesia. Fue entonces cuando las visitas al panteón se supeditaron de nuevo a la programación y horarios del Museo do Pobo Galego, responsable del control de acceso; mientras que el mantenimiento de las instalaciones quedó en manos de la Xunta y del Parlamento.