Los guías turísticos piden la ampliación de grupos después de un año en blanco

borja casal SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Las visitas se reinventan en la provincia para atraer a más curiosos locales

26 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Las restricciones y el descenso del turismo, cuando no desaparición, siguen poniendo a muchos sectores contra las cuerdas. Uno de ellos es el de los guías turísticos, que no está en primera línea de protestas pero que durante estos días ha trabajado en un escrito para presentarle al comité clínico. Su intención es que les permitan trabajar con grupos algo más grandes: hasta ahora lo han venido haciendo con cuatro más uno (visitantes y guía) en interiores y ocho más uno en exteriores, pero ahora piden, al menos, diez más uno y quince más uno, respectivamente.

«No entendemos por qué se amplían los cupos en todos los sectores, como la hostelería o los congresos, menos en el nuestro», subraya Tommi Alvarellos, presidente de la Asociación Profesional de Guías de Turismo de Galicia. «Ahora podemos tener 500 congresistas dentro de un salón, pero luego un guía solo puede trabajar con cuatro personas en un museo», añade Alvarellos en relación al último alivio de la Xunta para los congresos. Y aun con esas, el sector de las visitas enfrenta un futuro incierto: el verano no es temporada alta, sino que trabajan más bien en primavera y otoño. Por lo pronto, la Semana Santa fue peor de lo esperado porque con el cierre autonómico tan solo podían captar turismo local y este aprovechó para otro tipo de escapadas, más de playa y naturaleza.

La situación, sin turistas internacionales ni nacionales, es crítica y los ingresos del año pasado fueron pésimos. «Hay facturaciones de 800 euros y casos incluso peores. Tenemos asociados que hacen cola en el Banco de Alimentos. Y no es una expresión, sino que la hacen de verdad porque las cuentas no dan para mantener una familia», explica el presidente de la asociación de guías, que ve con temor el momento en el que Estado corte las prestaciones sociales. Otro de los miedos del sector, apuntan, es que aparezca la competencia desleal en cuanto empiecen a llegar los turistas. «La situación es complicada para todos y sabemos que esto puede pasar. Tirar los precios nos acabaría perjudicando a todos», afirma Tommi Alvarellos. 

Redescubrir ciudades

El único camino que encuentran los guías turísticos ante la falta de público extranjero es centrarse en atraer al local, tanto de la comarca como del resto de Galicia. Algunos profesionales están salvando los muebles gracias a las visitas temáticas o teatralizadas. La idea es reinventarse y captar un turismo de proximidad, que a veces incluso reside en el mismo lugar en el que se organiza la ruta. Por otro lado, algunos profesionales incluso han decidido probar nuevas fórmulas de visitas, como Sergio Candón y Chus Vidal, que ofrecen paseos virtuales por el casco histórico de Santiago. «Lo hacemos con Google Meets, tanto de forma individual como en grupos. Cogemos el móvil y realizamos el mismo recorrido que haríamos en persona», explica Candón, que añade que aún no han tenido clientes, pero que ya anuncian este modo en sus redes de Guiamos Galicia. A la espera de que estas visitas empiecen a funcionar, ambos guías también han incorporado recorridos inspirados en la visión de literatos que pasaron por Compostela, como Cela o Hemingway.

Carlos Guerra: «Nin sobreactúo, nin infractúo, senón que ofrezo material de forma algo distinta»

Carlos Guerra vio claro el giro que le tenía que dar a sus visitas en Santiago mientras estaba en el supermercado. «Vin a xente que estaba comprando e pensei: ‘‘Agora o meu público é este''». Y por eso empezó con las «visitas guiadas teatralizadas», por este orden, porque Guerra deja claro que «teatralizadas vai ao final porque é o último, xa que eu nin sobreactúo nin infractúo, senón que ofrezo un material sólido dunha forma algo distinta». Entre su oferta está la visita con Solomon Meier, un personaje inspirado en un judío orfebre del siglo XVIII, que le enseña el casco histórico de la ciudad a los propios picheleiros. La idea de fondo es la misma que la de otros compañeros de profesión: centrarse en el público local por la falta de turismo extranjero. «Traballaba case sempre inglés, alemán e italiano, pero agora non hai nada diso e toca adaptarse», resume este guía, que se pone en la piel de Meier para recorrer puntos emblemáticos de Compostela, como Praterías, A Quintana o Cervantes. «A xente escarállase co personaxe porque é moi perspicaz e a min tamén me dá a risa».

Además de Solomon Meier, Guerra ofrece visitas teatralizadas con otros personajes, como un cantero de la ciudad basado en un hombre real que cuenta su historia y la de su familia en la posguerra española, y que termina en la praza de Galicia.

Experiencias únicas

Además de ofrecer visitas teatralizadas, Guerra destaca que sus experiencias son únicas porque se adapta por completo a la persona que tiene delante. «Se vén alguén de Boqueixón, algo de Boqueixón vai saír seguro no que conte», asegura el guía, que se reivindica como «antitópicos» en contraposición a otras rutas más tradicionales por la ciudad. Y aunque la situación es complicada, Guerra tiene ya algunas reservas para Navidad, pensadas para regalar por cumpleaños y para cuando la situación sanitaria mejore un poco, dado que hay quien prefiere esperar. Mientras tanto, va teniendo algo de actividad con unas visitas que gustan y que parecen conectar con el objetivo de este guía: «A miña política é que os composteláns miren para arriba», resume.

Isabel Díaz: «Está bien ser turista en tu ciudad y no perderte lo que tienes al lado»

Los secretos de Ferrol los conoce bien Isabel Díaz. «Llevo desde el siglo pasado como guía», dice entre risas esta guía turística de Ferrol Guías. Sus rutas estrellas eran las relacionadas con el Arsenal Militar, Navantia o el Palacio de Capitanía, pero a causa de la pandemia ya no se puede acceder a muchas de esas zonas. Otra de las visitas que funcionaba bien era una teatralizada al castillo de San Felipe con tres o cuatro soldados disfrazados de época, pero con los grupos reducidos ya no compensa. «Ahora ofrecemos otras visitas, como Ferrol secreto, pensada un poquito para gente de aquí y de la comarca. Vamos por los barrios históricos, como A Magdalena, donde también hacemos la ruta modernista, y hablamos de la historia e intrahistoria», explica esta guía, que relata anécdotas y curiosidades de las zonas que enseña. «La gente se sorprende porque hay cosas que no sabía sobre edificios o comercio local que conoce de toda la vida», destaca. Con esas rutas empezó en verano como una oferta para aquellos que no viajaban fuera a causa de las circunstancias y la acogida ha sido buena. «A la gente siempre le digo que está bien ser turista en tu ciudad y no perderte lo que tienes al lado», reivindica Díaz. 

Joaquín Travieso: «Visitaremos los lugares que Pardo Bazán representa en sus obras»

Con el centenario de la muerte de Emilia Pardo Bazán, A Coruña acogerá este año numerosas iniciativas relacionadas con la escritora. Y entre ellas estarán las visitas guiadas que ofrece Joaquín Travieso, un guía turístico que propone un recorrido por distintos lugares de la ciudad herculina que guardan relación con la Marineda -retrato de A Coruña- que describió la escritora en sus novelas. «Serán a partir de mayo y visitaremos los distintos lugares que Emilia Pardo Bazán representa en sus obras», explica Travieso. «Hay lugares que son tal cual, aunque no los llame así. Son la calle Real, Riego de Agua, los Cantones o San Andrés. La idea es pasar por ahí, leer citas de los libros y hablar del personaje», apunta el guía. La visita, además, incluye la entrada a la casa-museo de la escritora, en la rúa Tabernas de la ciudad vieja coruñesa, al lado de la sede de la Real Academia Galega. En Semana Santa, indica Travieso, tuvieron algo de movimiento con el turismo interior, que se interesó por sus otras visitas (la tradicional en la ciudad vieja o la modernista, en el entorno de la praza de Lugo y de Galicia), pero desde entonces todo está más parado. «Ahí estamos, aguantando», concluye Travieso.