Los restaurantes de Santiago recuperan las cenas con ganas y también dudas sobre los medidores de CO2

b. casal SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Jorge Gago, gerente de A Maceta, sacará a empleados del ERTE para afrontar el servicio de cenas
Jorge Gago, gerente de A Maceta, sacará a empleados del ERTE para afrontar el servicio de cenas Sandra Alonso

La hostelería compostelana prevé recuperar personal y pide a la Xunta avances firmes

15 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La noche compostelana recuperará algo de normalidad a partir del viernes gracias al último alivio de restricciones, que anunció ayer el presidente de la Xunta. El toque de queda se ampliará hasta las 23.00 horas y los restaurantes podrán servir hasta esa misma hora, siempre y cuando tengan la licencia correspondiente, lo que excluye de este nuevo horario a otros establecimientos hosteleros, como algunos bares, que también dan comida.

«Isto é un pasiño máis cara á nova normalidade», opina Jorge Gago, gerente de A Maceta, que hasta ahora venía cerrando sobre las 17.30 horas y a partir del viernes retomará el servicio de cena. En su caso, desde la reapertura hostelera trabajan con comidas y sobremesas, incluyendo ahí el café de primera hora de la tarde, por lo que este nuevo alivio les permitirá recuperar buena parte de su actividad. «Desde logo que é algo positivo, aínda que agora o que toca é adaptarse a esta nova situación. De entrada teremos que recuperar traballadores para dar feito, que agora temos oito en ERTE parcial», apunta Gago, «e logo resolver o tema dos medidores de CO2, que nós estamos mirando uns que ademais de medilo tamén o transforman en aire limpo, pero ao ter que comprar varios vai ser un gasto importante», añade el hostelero.

El nuevo horario también se ha recibido con ganas en La Bodeguilla de Santa Marta: «Pechando ás once teremos algo máis de manobra», indica Pablo García, uno de sus empleados, que explica que hasta ahora poca comida se está sirviendo a última hora. «Algo de embutido coas cañas das oito da tarde ou así. Agora a ver se hai algo máis de movemento coa xente que sae de traballar, porque pechando ás nove pouco tempo teñen para vir tomar algo», explica García. Y esa es una de las claves más celebradas: las cenas incorporarán a quienes salen más tarde de trabajar, aunque eso también implica un riesgo extra desde el punto de vista epidemiológico.

Confusión en el sector

Según indican desde Hostalaría Compostela, algunos asociados se interesaron ayer por cuestiones como los medidores, la necesidad de reserva para las cenas y no para las comidas o quién podrá abrir hasta las once y quién no. «O anuncio está xerando certas confusións, por exemplo, con cafeterías que serven racións ou pratos combinados», señala la asociación compostelana, que valora positivamente la medida de la Xunta, al tiempo que pide que «os avances sexan firmes e non se dean pasos atrás que serían terribles para o sector».

Los bares que dan comidas esperan sumarse pronto al nuevo horario

Ampliar la actividad hasta las once de la noche implica ganar horas de trabajo, clientela y cenas. Y eso es algo que esperan con ganas aquellos locales hosteleros que, sin ser restaurantes, también tienen servicio de comidas. «Nós temos licenza de café-bar, así que de momento non nos toca. Esperemos que nos chegue pronto, aínda que a ver como é a cousa», dice Jose Vilaseco, dueño de La Planta, situado en rúa Nova de Abaixo, que también muestra dudas sobre la compra de medidores de CO2 llegado el caso. «Será outro gasto máis e a ver por canto tempo é, porque se nos volven pechar en dez ou doce días... », señala este propietario, cuyas palabras resumen la sensación que dejó ayer el anuncio de Feijoo entre el sector: abrir hasta las once parece estar también cerca para los bares, que ya empiezan a informarse sobre unos medidores que se pueden comprar desde unos 140 euros.