Axel Lim, madera de futbolista y odontólogo

SANTIAGO

Amadeo Rey. SD

El juvenil, que debutó con el Compos ante el Numancia, se centra en ascender a División de Honor y en lograr la media para poder cursar su carrera

06 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Axel Lim pertenece a la quinta del 2003. Le queda esta temporada y una más en categoría juvenil, y desde el domingo lucen en su currículo más de veinte minutos con el primer equipo del Compostela en Segunda División B. Saltó al campo en el 71 para suplir a Miki Villar en el costado derecho, el carril por el que viene haciendo carrera desde sus inicios en los benjamines del Santiago. No le pesó el estreno. Forzó la falta en la que nació el único gol blanquiazul.

Para situarlo generacionalmente bastan tres preguntas. El malogrado Juanito y Dani, el del Athletic de Bilbao, son extremos diestros de los que no sabe nada. Míchel, el de la Quinta del Buitre, ya le suena algo más. Pero cuando se le plantea si le dice algo el nombre de DJ Mario, la respuesta es inmediata: «Claro, claro».

Tan claro como tiene su futuro a corto plazo, por el que pelea día a día con determinación. En el plano deportivo el objetivo es lograr el ascenso a División de Honor. Ese camino está bien encarrilado. Con los libros aparece en el horizonte la selectividad, en junio, y el deseo de sacar una nota que le permita matricularse en Odontología. Firmaría en blanco, de cara al curso 21/22, por poder seguir sus estudios con Santiago y jugar con los juveniles del Compos en la máxima categoría.

En segundo de la ESO se enroló en la cantera del Deportivo. Y decidió regresar a casa el pasado verano, en gran medida para ganar tiempo para los estudios: «Eran cuatro días de entrenamiento a la semana y perdía mucho tiempo en los trayectos».

Su horario académico es incompatible con los entrenamientos de la primera plantilla. Pero las vacaciones de Semana Santa le abrieron una puerta para poder ejercitarse a las órdenes de Yago Iglesias. La franqueó y la aprovechó.

Esa experiencia, al igual que la del debut, ya no se la quita nadie: «No me costó entrar en el grupo pero, eso sí, acababa muerto los entrenamientos».

El sábado le llegó la oportunidad. Primero se sorprendió cuando lo llamaron para calentar, al empezar la segunda mitad. «Estaba colocando las medias y las espinilleras». Al poco rato oyó su nombre, para saltar al campo: «No me lo podía creer».

El técnico solo le trasladó una cosa: «Me dijo que, si cogía el balón, que encarase y no tuviese miedo». Y se aplicó a la tarea. Pasados ya un par de días desde el estreno con el primer equipo de la Sociedad Deportiva Compostela, la palabra con la que resume su estado de ánimo es una: «Agradecimiento». Y queda claro que disfrutó cada uno de los poco más de veinte minutos que estuvo sobre el césped: «Me sentí uno más, no como un juvenil. Todos me apoyaron».

Le esperan un par de meses de pisar el acelerador a fondo en el césped y en las aulas. Hoy reanuda las clases en el colegio Peleteiro, en un mes habrá completado la última evaluación y del 8 al 11 de junio afrontará la selectividad. El fin de semana del 17 y 18 comenzará la segunda fase, la del ascenso. El Compos recibirá al Alondras y le restarán cuatro partidos más. Arranca con cinco puntos más que el Pontevedra y ocho más que el Coruxo. Son tres candidatos para dos plazas, ya que los demás están muy descolgados. Pinta bien.