Bugallo defiende su presupuesto para Santiago como el de mayor gasto social y educativo, con 15 millones en total

r. martínez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El pleno debate hoy sus cuentas, pero todo apunta a que el alcalde tendrá que someterse a la cuestión de confianza el día 17

12 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo apunta a que la aprobación del presupuesto municipal de este año (125 millones) no se sustanciará en el pleno de esta mañana, sino en el que el alcalde ya prevé para el día 17, vinculado a una cuestión de confianza. Salvo algún acuerdo de última hora con Compostela Aberta (CA), no parece que Bugallo se vaya a encontrar con el regalo de una abstención no negociada cuando lo que tiene enfrente es un discurso prácticamente monolítico (del PP, CA y BNG) que cuestiona su disposición para tratar de alcanzar un acuerdo y que le recuerda su posición minoritaria en los asuntos de competencia plenaria. La oposición parece dispuesta a asumir el retraso que implicaría una segunda votación: cinco días para unas cuentas que deberían estar en vigor desde enero, pero de cuya demora no se siente responsable.

Esos mismos cinco días son los que reclamaba ayer el BNG a Sánchez Bugallo para intentar una nueva negociación que incluya propuestas que «melloren» esas cuentas, previa retirada del punto del orden del día del pleno de hoy. Goretti Sanmartín apelaba a la «responsabilidade» del gobierno para abrir ese nuevo proceso y reclamaba que, en caso contrario, el regidor «non culpe á oposición», porque «a responsabilidade de que non haxa orzamento será só del».

Enfrente, Bugallo mantiene que la responsabilidad del gobierno, sobre todo en el «complicado» escenario de la pandemia, es presentar un presupuesto viable y realista con las circunstancias de la ciudad y no ve la vertiente realista en la oposición. Porque, insiste, el Concello no puede asumir más gasto corriente consolidable, lo que choca con la principal línea de demanda de CA, sus aspiraciones en el área social (renta infantil, programa piloto de canguraje, bajada de precios de los programas de conciliación...). CA mantiene que son gastos asumibles, aunque Bugallo dice que hay que mirar más allá de la disponibilidad de este año, sobre todo cuando la diferencia entre los ingresos ordinarios del Concello y sus gastos ordinarios apenas dejan margen de maniobra, unos 600.000 euros.

 Bugallo: «Nós temos que pensar no orzamento que poidamos defender»

La disponibilidad de esa cuantía permitiría asumir algunos de esos servicios, pero con claras dudas de su futuro mantenimiento. Y el gobierno no quiere verse en la tesitura de tener que retirar prestaciones implantadas, cuando observa ya que en el 2022 será muy complicado sostenerlas. «Este ano o Estado nos aporta 27 millóns en base á recadación do 2019, pero para o 2022 será en base á recadación do 2020, que será menor pola pandemia. É moi previsible que no 2022 o Estado diga que en lugar de 27 aporta 25 e que ademais lle teñamos que devolver 3, aínda que sexa en varias anualidades, polo que deu de máis o ano anterior». Así explicaba ayer Bugallo que «nós temos que pensar no orzamento que poidamos defender», sin obviar que el IBI, la principal fuente de ingresos, no subirá para el año. «Tampouco o fai este ano».

Por eso, expone, «apostamos por reforzar os servizos existentes» en vez de crear otros nuevos que incrementen los gastos ordinarios y cuya retirada sería difícil de entender, dice, como lo sería que el Concello no mantuviese los comedores escolares pese a no ser de su competencia. Con todo, su propuesta de presupuesto conlleva, dice, «o maior gasto social da historia de Santiago, con 9 millóns para benestar social e 5,8 para educación. Nunca se fixo un esforzo parecido». Y cuando «se vote en contra do presuposto», refirió Bugallo adelantándose a un posible rechazo explícito esta mañana, «votarase en contra diso», y en contra «do peche do vertedoiro de Aríns, que leva dez anos vertendo a cano libre auga contaminada de metais pesados ao río Aríns (...), pero parece que iso non é prioritario». Bugallo replicaba también a una de las críticas más constantes de la oposición: «Soberbia non é que o orzamento teña que estar cada ano, iso é unha obriga».

Pero, de «todo iso falaremos mañá [por hoy]» en un pleno rodeado de tensión hasta el último momento, aunque el regidor dice asumir su responsabilidad con lo que salga de él. «Espero que o resto asuma tamén cada un as súas».