José Manuel Méndez sostiene que los daños son un juego con el objetivo de «obtener un trofeo»
03 mar 2021 . Actualizado a las 08:23 h.La senda mitológica de O Viso es ya uno de los paseos más frecuentados por los compostelanos. En jornadas como las del pasado fin de semana, decenas de familias pusieron rumbo al monte para conocer las esculturas creadas por José Manuel Méndez, el mismo artista que carnaval tras carnaval da forma a la figura del Meco que luce en Bendaña. Las esculturas de Viso están siendo blanco del vandalismo desde su colocación. Y cuatro de ellas han tenido que volver al taller del artista en O Milladoiro. «Pensé que, por el material y el lugar de colocación, tendría que hacer reparaciones por daños causados por el viento o la lluvia. Hasta repasar los colores por el sol. Pero no imaginé que volverían al taller por ser atacadas», lamenta Méndez. «Mi idea era que se llenarían de musgo, que se integrarían en el paisaje, pero no hay forma». Al taller fueron O Nubeiro, Lamia, A Coca y Breogán. Las dos primeras piezas fueron reparadas, y O Nubeiro volvió a colocarse en su lugar. A Lamia regresará en breve, pero A Coca y Breogán darán mucho más trabajo. Méndez cree que Lamia y O Nubeiro fueron dañadas de forma fortuita. «Se suben a ellas para hacerse fotos y acaban cediendo, porque el material es el que es», explica. Con el fin de reforzar la estructura, se colocó otra pieza, si bien lo ideal es evitar encaramarse a la escultura. Otra cosa es lo ocurrido con A Coca y Breogán. «En este caso, la intención era hacer daño. Fue a propósito. El brazo de Breogán les llevó días romperlo, y se lo llevaron. La intención era hacerse con el escudo. Querían obtener un trofeo». Con A Coca, el propósito «viene a ser el mismo. A modo de juego de rol, los vándalos se hicieron con piezas de la escultura». José Manuel Méndez confía en que estos destrozos sean los últimos.
Fuentes del Sar
El agua que mana de las fuentes de Santasmariñas, en Sar, y la de Iglesia en Lavacolla, es potable. Así lo confirmaron una vez más análisis realizados por 15 estudiantes de cuarto de ESO en los laboratorios de Bioloxía y Física e Química del IES de Sar, donde verifican sus parámetros químicos y bacteriológicos. Les coordinan los profesores Leopoldo Bahíllo e Isaac Valiña. Es un trabajo que realizan hace años y con el que participan en Voz Natura, que les ha premiado por esa buena labor y por demostrar que las fuentes de la zona no tienen secretos que se les resistan. Isaac Valiña, docente de más reciente incorporación en el centro, destaca que disponen de aparatos para análisis semejantes a los de un laboratorio profesional, difíciles de encontrar en institutos e incluso en algunas facultades universitarias. «Diferenciamos entre bacterias fecais e non fecais, como indica a lexislación, aínda que podemos conseguir máis información, e discriminar as poboación de bacterias pola cor», explica. Recogieron las muestras en diciembre y en febrero, y anotan hasta la hora exacta de recogida. En los análisis determinan su olor/sabor, turbidez, conductividad, unidades de ph, nitratos, nitritos, amonio, coliformes fecales y coliformes totales. Analizaron, además de las dos citadas, muestras de las fuentes de Os Capitáns, Picaños, Pozo Neiro o Carballal, y las de algunos pozos de la zona que aportó el alumnado. Con actividades como esta el instituto de Sar aumenta su atractivo para la enseñanza de ciencias, a mayores de ser un centro de referencia para estudios artísticos por su bachillerato específico.
Juan Lema, distinguido
El ministerio italiano de Universidades otorgó al catedrático emérito de la USC y miembro del Cretus Juan M. Lema Rodicio la «Laurea ad Honorem», un reconocimiento que podría equipararse al «Honoris Causa», del Politécnico de Milán. Con esta máxima distinción que concede esta universidad quieren premiar la contribución de Lema en el ámbito de la biotecnología ambiental, particularmente en el desarrollo de tecnología y de procesos de tratamiento y recuperación de recursos de los residuos. El acto de investidura será en junio. En la última década, el Politécnico de Milán concedió menos de una decena de estas distinciones, entre ellas, a Álvaro Siza y Giorgio Armani.