El juvenil Tonio no acababa de creerse su debut en Segunda B: «¿Es a mí?»

SANTIAGO

Amadeo Rey

Disputó los minutos del tiempo de prolongación ante el Racing de Ferrol

17 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Languidecía el partido entre el Compostela y el Racing de Ferrol el pasado domingo cuando, en una de las bandas del Estadio Verónica Boquete, José Antonio Otero Reboeiras, Tonio, le preguntaba al preparador físico del conjunto local «¿Es a mí?». Y sí. Efectivamente, era a él a quién, con el tiempo reglamentario a punto de concluir, se dirigía el entrenador santiagués, Yago Iglesias.

Ya no se lo esperaba, visto el devenir de los acontecimientos. «Cuando salí a calentar en el minuto 53, como íbamos perdiendo —0-1 desde el 27 con gol de Fer Beltrán— conté con poder entrar, por si caía alguna arriba que pudiese rematar otro delantero», recordaba ayer Tonio, «pero con el empate —obra de Álvaro Casas en el 73— dejé de creerlo» porque, continúa, «la semana anterior, contra el Guijuelo, había pasado lo mismo y el entrenador había metido un defensa».

Cinco minutos le deparó el descuento a Tonio en su primera experiencia en la Segunda B. Unos 300 segundos en los que puso todo su empeño en cumplir las directrices de su entrenador: «Me dijo que presionara la salida del balón, que no salieran cómodos, y que si atacábamos y recibía de espaldas, la dejara de cara o la cambiara de lado para el compañero que llegara de atrás». El isleño no tocó el cuero, pero obligó al cancerbero del Racing, Diego Rivas, a salir de su zona de confort y cortar más allá del balcón del área un balón peinado por Baleato para la cabalgada de un chaval con el ansia de su minuto de fama clavada en la mirada. «Intenté pasarlo bien. Y disfruté el tiempo que jugué. Estoy muy feliz», exclama Tonio doce meses después de haberse roto el ligamento cruzado de su rodilla derecha.

Tonio recaló en Santiago por estudios y se confiesa contento con la experiencia en el equipo juvenil, en el que suma cinco goles, varias asistencias y en el que tiene la oportunidad de hacer el fútbol que mejor se le da, según él mismo explica: «Combinar con otros compañeros, jugar de espaldas y crear espacios para los que lleguen por detrás». Justo lo que, apunta, le explicó que quería en su primer entrenamiento como compostelanista su técnico en el juvenil, Rati: «Buscaba un delantero como Primo». Es su espejo.

¿A qué apunta ahora Tonio? «El objetivo sigue siendo el mismo, ascender a División de Honor; y a raíz de jugar bien, llegan oportunidades como esta». La de mezclarse con «el equipo que mejor juega al fútbol», sostiene, de su Liga en Segunda División B.