Más de 250 hectáreas de espacios verdes para vivir al aire libre

r.m. / J.G. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Álvaro Ballesteros

Extensa y variada, la red de parques invita al contacto con la naturaleza

14 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La pandemia ha puesto en valor los espacios abiertos, sobre todo los de contacto con la naturaleza. Y en ese sentido, los compostelanos están de suerte. No en vano disfrutan de una de las ciudades españolas con más metros cuadrados (27) de zonas verdes por habitante. Un manto verde de 2,6 millones de metros se extiende por el casco urbano, con el atractivo de la variedad y con espacios más que generosos en algunos casos (el Eugenio Granell, en el Restollal; el Carlomagno, en Fontiñas; el de Belvís e incluso la Alameda).

Y para muestra de variedad, la media docena de parques que serpentean por los poco más de tres kilómetros que separan Vite del campus sur, recorribles tocando muy poco asfalto. Lindando con San Caetano, Vite alberga el de Pablo Iglesias y, enfrente, el Bouza Brey, cuya pendiente no llega a ensombrecer la belleza de sus praderas y que prácticamente desemboca en el más intimista jardín de Zeca Afonso, ya en el Burgo, a cuya salida se avista el del Auditorio, que apenas precisa cuatro pasos para adentrar al caminante en el de la finca Simeón. Y a cien metros de este se abre el de Galeras, donde ya asoma el Sarela. De ahí al campus y a la Alameda, poco más, aunque en el centro son de visita obligada también dos joyas de antiguos espacios y huertas conventuales, los parques de Bonaval (con vistas magníficas a la ciudad) y Belvís. Para vistas, igualmente la Granxa do Xesto, el área recreativa del Pedroso que comparte interés natural con la menos conocida Selva Negra, el amplio remanso con el que linda y que el Consorcio aportó a la ciudad. Hay más, pero, entre los grandes, y aparte de su paseo por el Sar, el Eugenio Granell ofrece una hermosa carballeira.