Bugallo reivindica la respuesta a la emergencia social y avances en otras prioridades de Santiago
31 ene 2021 . Actualizado a las 17:42 h.No están los ciudadanos para estridencias políticas y quizá por eso, o porque en el Concello de Santiago faltan motivos para ellas, el pleno del debate del estado del municipio, celebrado ayer durante tres horas, tuvo mucho de guante blanco, incluso de manos tendidas, y poco de confrontación.
La acción del Concello frente a la pandemia estuvo en el centro de las intervenciones de los grupos políticos, ya fuese como argumento del gobierno para dar cuenta del esfuerzo realizado para «adaptarnos rapidamente a un escenario para o que non estabamos preparados e responder ás demandas da nosa cidadanía», dijo Sánchez Bugallo; o de la oposición, para reprochar unánimemente al ejecutivo una falta de gestión que no puede ser ocultada por la emergencia social. Si la basura desborda los contenedores, si proliferan las fochancas, si la ciudad es un cementerio de buses, afirmó Alejandro Sánchez-Brunete (PP) entre una retahíla de servicios por él valorados como deficientes, «no es consecuencia de una patología fisiológica llamada covid, sino de una patología política llamada falta de competencia».
Previamente, el alcalde hizo balance del año y medio de mandato, no sin antes proclamar su «total confianza na capacidade de resiliencia e superación de toda Galicia, e moi especialmente de Santiago». Bugallo matizó que el covid obligó a reestructurar el orden de prioridades, pero no altera los objetivos fundamentales de su gobierno: «Debemos seguir traballando na igualdade efectiva entre todas e todos; avanzando na ampliación e diversificación das bases económicas da cidade; achegando innovación e emprendemento; e poñendo en valor os enormes activos de Santiago: a Universidade, o patrimonio histórico, a cultura e a capacidade da cidadanía de desenvolver iniciativas propias».
Tras agradecer con énfasis a los empleados públicos del Concello, al personal de las contratas y a los grupos políticos de la oposición su implicación y colaboración, Bugallo explicó las grandes líneas de actuación frente a la pandemia: el apoyo a las personas que más lo necesitan, a los sectores económicos más afectados, el mantenimiento de los servicios públicos y la reorganización del funcionamiento administrativo. Desgranó los datos principales de la ayuda social, que se resumen en el incremento del 103 % de las personas atendidas por los servicios sociales municipales en el 2020, al pasar de 11.478 a 23.376. Destacó el apoyo a la hostelería, el comercio y la cultura, con ayudas por 3,85 millones de euros de recursos propios: «Se resolveron máis de 800 axudas e se pagaron en menos de dous meses dende que se convocaron, non hai precedentes na historia deste Concello». Bugallo recordó que para marzo o abril habrá más ayudas, por al menos otros 2,5 millones.
Al tiempo que atendía las prioridades derivadas de la pandemia el gobierno siguió trabajando -afirmó el alcalde- en las que habían sido fijadas en julio del 2019 por el acuerdo de todas las fuerzas políticas y el Foro Cívico. Así, se refirió a los avances en la industrialización, con el proyecto del biopolo o la concesión de 30 licencias para empresas en A Sionlla, a las que se unirán otras 22. Respecto a la intermodal, recordó la inminente puesta en servicio de la estación de buses y de la pasarela, así como la rapidez con la que se concluyó la reforma de la calle Clara Campoamor. Cosa distinta es la estación del AVE, pero validó el compromiso del ministro Ábalos y la previsión presupuestaria estatal a tres años. También citó el orbital, ya en obras, el orbitaliño -«o noso obxectivo é que estea rematado no 2023»-, el mismo horizonte que para la conclusión de la autovía A54, Santiago-Lugo. Bugallo anunció que el 5 de febrero se firmará el convenio de las tres Administraciones para la construcción y explotación de la depuradora de Silvouta, con la financiación ya comprometida, y de inmediato se adjudicará a una de las cuatro ofertas preseleccionadas tras el diálogo competitivo, con previsión de que la nueva EDAR funcione en el 2026.
Actuaciones en materia de igualdad de género; asesoramiento para acceder al ingreso mínimo vital (498 solicitudes); acciones para recuperar el mercado turístico; extensión de fibra óptica, entre otras mejoras para el casco histórico; programa Smartiago; 1,89 millones de inversión en el rural; o política de vivienda, con 355 licencias, fueron otros puntos que Bugallo detalló en su haber. En cuanto a seguridad, señaló que ya son 1.360 las denuncias tramitadas por la Policía Local por incumplimiento de la normativa anticovid, 490 por fiestas en pisos.
Servizo de Urxencias Sociais
Como objetivos para este año, Bugallo anunció la creación, inicialmente como programa piloto, del Servizo Municipal de Urxencias Sociais (Semus), en colaboración con Cruz Roja; funcionará todos los días las 24 horas (de forma presencial, de 15 a 23). También con esta oenegé, el Concello ampliará el convenio de teleasistencia. La licitación del Centro Integral para a Inclusión Social y más presupuesto para la ordenanza de garantía básica ciudadana, son otras iniciativas. Citó el Plan de Sostibilidade Turística, para recuperar este sector, a lo que ayudarán los dos años de Xacobeo, y para definir un nuevo modelo. También se refirió a los distintos procesos de contratación para conseguir unos servicios municipales de calidad y fijó el objetivo de licitar «se é posible neste primeiro semestre» los de limpieza, transportes, abastecimiento de agua y saneamiento.
La oposición dice que el gobierno utiliza el covid como excusa de su falta de gestión
Ineficacia en la gestión y falta de diálogo fueron críticas reiteradas desde la oposición. La portavoz del BNG, Goretti Sanmartín, fue incisiva, aunque con un tono moderado, al cuestionar, además, la forma de gobierno de Bugallo, pese a no tener mayoría absoluta: «Ten un xeito de facer onde parece que o Pazo de Raxoi é seu e que as cousas só se van facer como vostede diga, independentemente do que pense a maioría da corporación ou a veciñanza». El alcalde le replicó censurándole que intenta «maniatar ao goberno e gobernar dende o pleno».
La portavoz del Bloque, al igual que Marta Lois (Compostela Aberta) y Sánchez-Brunete (PP) cargaron contra el ejecutivo socialista por la demora en la contratación de los servicios públicos, a lo que Bugallo respondió en su intervención final afirmando que su gobierno licitó o adjudicó ya unos cincuenta contratos por valor total de 35 millones de euros. Lois, además de insistir en que utiliza el covid «como coartada» de incumplimientos, avisó de que «chegaremos á metade do mandato sen nada de nada, e seguiremos agardando».
Alejandro Sánchez-Brunete se inspiró en la Biblia para calificar el mandato de Bugallo: «Al principio fue el verbo, y veinte meses más tarde sigue siendo el verbo, y poco más». El portavoz del PP acusó al gobierno de falta de transparencia y le atribuyó «incapacidad para gestionar lo básico» al contrario que lo injusto, al propiciar el lucro «obsceno» de una empresa privada con la gestión de las multas de los radares de tráfico. El popular reprochó al alcalde que asumiera «experimentos extravagantes y dogmáticos del anterior gobierno» -aludía a la Casa da Xuventude o el vial Clara Campoamor-, y subrayó su falta de actitud para «poner en valor las diversas dimensiones de la ciudad», en referencia a la Universidad, las peregrinaciones o la condición capitalina. Sánchez-Brunete considera que, «descontado el covid, no ha mejorado la ciudad» con el gobierno de Bugallo, que solo ha traído una diferencia «de discurso» y un cambio de percepción respecto al ejecutivo de Compostela Aberta: «Pasamos de un gobierno delirante a un gobierno dormitante. CA quiso ser fuego y quedó reducido a cenizas, y el gobierno de Bugallo es solo el túmulo funerario en el que se conservan las cenizas del anterior gobierno». El mordaz portavoz del PP dijo que «este Sánchez Bugallo V es más un alcalde-rey, un alcalde que reina pero no gobierna» y le apremió a «tomar ya posesión de su cargo».
El portavoz del grupo socialista, Sindo Guinarte, rebatió la ofensiva central de la oposición al afirmar que la pandemia «non é escusa» sino marco de referencia de la labor de gobierno desde hace once meses y dijo, como prueba de la voluntad de diálogo, que «queremos aprobar tres orzamentos en vinte meses».