Hallan más evidencias en Santiago de cómo la obesidad beneficia en el ictus

j. g. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

La red estatal la integran 16 grupos y la coordina desde Santiago José Castillo

29 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Investigadores de Santiago presentaron ayer en la reunión de la red estatal de investigación sobre las enfermedades cerebrovasculares nuevas aportaciones sobre la «paradoja de la obesidad». Se denomina así porque «evidencia cómo los pacientes obesos, en vez de tener más riesgos, que sería en principio lo más esperable, y a pesar de presentar una serie de factores de mal pronóstico, tras padecer un ictus isquémico no evolucionan peor que los no obesos, y parece existir incluso en ellos una tendencia hacia una mayor y mejor recuperación», explica José Castillo, neurólogo y director del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS).

La red estatal la integran 16 grupos y la coordina desde Santiago José Castillo. Ayer celebró su reunión anual, que fue telemática a causa de la pandemia. Participaron hasta 125 especialistas. El trabajo de este grupo tiene relevancia porque las enfermedades cerebrovasculares constituyen la primera causa de mortalidad en mujeres en España y son la primera o segunda causa de mortalidad en hombres, y la primera causa de discapacidad en edad adulta; y preocupan especialmente, debido al progresivo envejecimiento de la población,

Clara Correa, también del IDIS, presentó resultados de avances en Santiago, desde el año 2013, en nanosistemas para aumentar la eficacia de un fármaco encapsulado y otros importantes hitos relacionados. Esta investigación se encamina a mejorar la eficacia, y reducir los riesgos, de los tratamientos que se aplican a estas enfermedades.

Otras aportaciones las presentaron grupos de diversos hospitales de Barcelona, y de Valencia, Tarrasa, Salamanca o Valladolid.

Castillo destaca diversos trabajos, como los que buscan predecir mediante un análisis de sangre el riesgo de que una persona pueda padecer una enfermedad vascular cerebral, o de un deterioro cognitivo, la denominada demencia vascular. Otros se centran en la identificación de riesgos genéticos orientados a la prevención de la enfermedad vascular. Se desarrollan asimismo programas de inteligencia artificial, que permiten seleccionar adecuadamente qué pacientes evolucionan mejor con diferentes tipos de tratamiento. Y fueron de interés novedades sobre la hemorragia cerebral, o la combinación de tratamientos.

Se presentaron asimismo estudios sobre factores que permiten establecer qué pacientes van a tener mejor o peor pronóstico, y nuevos fármacos y ensayos clínicos en los que se trabaja.