La cafetería, que cerró sus puertas con el cambio de siglo, quedó asociada a las tapas de ensaladilla y a la historia del Obradoiro
19 ene 2021 . Actualizado a las 00:53 h.Si algún día se preservasen locales de hostelería por su interés social, por lo que han sido, por la historia que guardan entre sus paredes, incluso por su fisonomía, habría que intentar recuperar el Royal, que cerró sus puertas con el cambio de siglo. Pero Moncho Casal, que durante décadas fue el alma máter de la cafetería junto con Pedro Nolasco, ya no podrá contar en primera persona muchas de las vivencias. Falleció este fin de semana, a los 78 años de edad, y de inmediato afloraron en las redes sociales los mensajes y recuerdos de infinidad de clientes que acabaron siendo amigos y que no han podido acompañarlo en el último adiós por las restricciones del covid-19.
Entre los altos techos del Royal eran célebres las tapas de ensaladilla a las que todavía hoy se sigue asociando el mítico establecimiento. También las patatas fritas, los cacahuetes y, en menor medida, los calamares y el pulpo los fines de semana. Las tertulias, las partidas de parchís y las de tute casi formaban parte del decorado.
Y el Obradoiro Club Amigos Baloncesto también tiene su cuota de protagonismo en la historia del Royal, o viceversa, tal y como recordaba este domingo el doctor José Manuel Couceiro, uno de los socios fundadores del club. Se refería a la cafetería como «sede connatal» de la entidad deportiva. También Tonecho Lorenzo, el célebre 14, apeló a la memoria: «Moncho fue un hermano para nosotros. Cuando había un problema, ahí estaba. Un obradoirista de pura cepa».