Por las tierras altas compostelanas, en las que un bosque oculta un castro

cristóbal ramírez

SANTIAGO

Cristóbal Ramirez

La ruta tiene como punto de partida la iglesia de San Xulián de Carballal

09 ene 2021 . Actualizado a las 04:55 h.

Cada vez quedan menos habitantes en el mundo rural gallego. Y donde antes había bosques de carballos ahora hay repoblaciones de eucaliptos. Y donde antes había campos cultivados ahora hay monte abandonado. Esa es la realidad, también en la parte alta del municipio compostelano, que al mismo tiempo ofrece parajes y caminos estupendos para estirar las piernas y, claro está, sin saltarse el perímetro establecido por las autoridades sanitarias con motivo de la pandemia.

Un ejemplo: tómese la autovía a Arzúa y en la salida a Lavacolla elíjase la carretera a Sigüeiro. Ante los ojos, una larga recta, y justo al dar la primera suave curva a la izquierda, tómese la tercera pista a la derecha, en ascenso, para girar a mano contraria casi dos centenares de metros más allá y descender a la iglesia de San Xulián de Carballal.

Varias cosas van a llamar la atención, además de la panorámica, con la Finsa como referencia. La primera, lo bien conservado que está el paraje -y luego se comprobará que igualmente el interior del templo-. La segunda, que el cementerio no parece comerse el edificio, sino que se ha construido en un lateral y con un cierto estilo y gusto homogéneo, sin extrañas licencias estéticas, como sucede en otros lugares. Y la tercera, que el edificio que está ante los ojos data del románico, aunque su fachada con su espadaña y dos campanas sea muy posterior, como pasa en la mayoría de las iglesias rurales gallegas.

Si los canecillos, la mayoría muy similares, que sostienen el saliente del tejado por los laterales indican que se trata de una obra de al menos ocho siglos atrás, la afirmación queda confirmada cuando se accede al interior y se ven los dos magníficos capiteles que sostienen el arco triunfal. Un San Roque recuerda que toda esta es tierra de peregrinación, y de hecho el Camino Francés no pasa muy lejos.

Allí mismo hay un aparcamiento para coches, de manera que llegó el momento de caminar si no se quiere meter el vehículo por pista terrera con barro aquí y allá, que esto es invierno. Se deja la iglesia a la espalda y en el primer cruce se gira a la derecha.

Las indicaciones son tan sobrias como claras: en la bifurcación a la izquierda y luego la primera a la derecha. Esa pequeña subida va a rodear un también pequeño outeiro muy poblado de vegetación, repoblación de eucaliptos y algunos carballos.

Cuando se llega a la zona asfaltada, a la izquierda, con las casas de Lamas de Carballal ahí mismo. Hay que seguir rodeando la elevación, y una pista por la que desde luego no puede circular el coche conduce a un castro. Toda una aventura.

LA REFERENCIA

n Iglesia de Carballal: 42º55’30N 8º26’08W

EL DESAFÍO

n Recorrer el recinto de la aldea prehistórica

LA FOTO MÁS PERSONAL

n En el entorno de la iglesia de Carballal.

EL PASADO

n Una imagen del interior del templo, con una antigüedad quizás de entre cien y doscientos años, recuerda la vinculación de Santiago con las peregrinaciones.