El Hórreo se transformará este verano con prioridad peatonal y velocidad a 10

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

xoan a. soler

La avenida se prepara para el desembarco de los pasajeros de la intermodal

02 ene 2021 . Actualizado a las 00:23 h.

Buena parte del tramo del Hórreo que da frente a la estación de tren será de paso peatonal preferente a partir del próximo verano. La transformación se hacía inevitable ya para la llegada de la alta velocidad, pero la construcción de la pasarela entre Pontepedriña y el Hórreo, y el próximo traslado de la estación de autobuses a Clara Campoamor, la han adelantado. La obra se licitará el próximo mes, tras su aprobación ayer en Xunta de Goberno con una inversión de 593.562 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de cinco meses, con lo que no estará disponible hasta el final del verano.

Una plataforma con configuración de plaza y ligeramente elevada con respecto al resto del firme, así como la reducción de la velocidad a 10 kilómetros por hora, marcarán esa prioridad de paso peatonal desde la conexión de Santiago León de Caracas hasta la rotonda de entronque con la avenida de Lugo. La prioridad peatonal se reforzará con la aplicación de un color distintivo a la plataforma (será una solución similar a la del cruce de Xeneral Pardiñas con Montero Ríos), pero esa preferencia de uso se irá anunciando ya desde el trecho anterior, con la reducción paulatina de la velocidad a 30 y 20 kilómetros por hora.

El tramo que se reformará se ha diseñado con una sección de cinco carriles, aunque el Concello no parece tener clara todavía su distribución final. En cualquier caso, el proyecto fija tres de subida y dos de bajada. Los de subida incluyen uno para el tráfico general y los otros dos se especializarían para el autobús: uno de circulación y otro de parada. La bajada dispondrá un carril para el tráfico general y otro para las paradas del transporte colectivo. Además se dejará espacio para un carril bici (aunque de momento no se habilitará por su escaso recorrido). En los extremos de la plataforma, a modo de aceras, se habilitarán también espacios exclusivamente peatonales.

Mobiliario urbano, nueva iluminación y distintas piezas de ajardinamiento ayudarán a ordenar los flujos de los diferentes tráficos que se prevén en la zona, además de aportar calidez. Especial atención tendrán en ese caso el contacto con la calle Manuel Murguía y la salida derecha de la escalinata de Renfe. Se trata de integrar la intermodal con el Ensanche a través de la adaptación del punto en el que desembocará el pasaje del tren y del transporte por carretera que quiera adentrarse a pie en la ciudad.

La nueva configuración del vial expulsará tráfico rodado de la avenida, pero ese es el propósito

La nueva configuración del vial expulsará tráfico rodado de la avenida, pero ese es el propósito. No en vano, las cifras que se manejan para cuando llegue la alta velocidad es que la intermodal moverá unos siete millones de pasajeros al año: tres el tren, dos la estación de buses y otros dos el transporte metropolitano, que concentrará sus paradas del centro de la ciudad en el Hórreo.

Una parte importante de ese pasaje accederá al Ensanche por el Hórreo y la gestión de esa movilidad exige una merma más que considerable del tráfico privado. El objetivo es retirar todo el que no sea imprescindible y que apenas permanezca en superficie el de entrada o salida al Ensanche. «O criterio é que o tráfico pasante ten que ir por abaixo. Por riba só irá o que teña necesariamente que pasar por aí», advertía ayer el alcalde, lo que obligará al tráfico del Castiñeiriño a tomar Santiago de Cuba o, de forma «subsidiaria», Clara Campoamor, cuya reforma para servir de acceso a la estación de buses también ha mermado su atractivo para el tráfico privado al limitar su capacidad y reducir su velocidad a 30.

El 50 % del tráfico en superficie en el Hórreo es ahora mismo pasante (no tiene destino en la zona ni en el Ensanche). Y ese es el que quiere eliminar el Concello, aunque no será factible en su totalidad. El tráfico de Romero Donallo carece de alternativa bajo nivel. El alcalde no obvió ayer la cuestión, aunque tampoco aventuró soluciones al margen del Hórreo. Sí precisó que el túnel tiene capacidad para absorber el tráfico que ya no tendrá cabida en superficie con la reforma del vial. «De momento ten capacidade suficiente. Está deseñado previndo un tráfico de 70.000 coches diarios e non chega aos 60.000. Está por debaixo da súa capacidade».

Con todo, la gran intervención que mudará la faz de ese tramo del Hórreo está por llegar. Será la construcción de la gran plaza que dará acceso al nivel del vial a la futura estación del AVE. El alcalde espera que la obra de la terminal salga a licitación este año, tras el compromiso de Madrid de eliminar la cláusula de los 3,5 millones de pasajeros.