La psicóloga intervino en las terceras jornadas de educación infantil del Centro Dolores Ramos-Manuel Peleteiro
16 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Para los niños es muy importante adquirir aprendizajes emocionales en los seis primeros años de vida, con ayuda de los adultos. Entre ellos, poner nombre a las emociones, conocer la importancia de la autoestima, aprender a ser autónomos y a tomar decisiones, confiar en ellos mismos, ser positivos y saber resolver conflictos y convivir con los demás, y aprender a esforzarse. Así lo defiende Begoña Ibarrola, psicóloga, escritora infantil y juvenil y experta en inteligencia emocional, quien ayer participó en las terceras jornadas de educación infantil del Centro Dolores Ramos-Manuel Peleteiro.
Conseguir ese objetivo es más fácil si los adultos entrenan diariamente con ellos, explicó en una conversación previa con esta Redacción. Es importante que la familia y el colegio «remen en la misma dirección». Los educadores se han preparado para esa tarea y «en los padres no siempre hay formación suficiente. Por eso cada vez me solicitan más cursos de formación para padres, y les aconsejo que consulten además con la escuela, donde les pueden ayudar», sostiene.
Ibarrola valora que lo más difícil para las familias es conciliar el tiempo de la vida laboral con el que precisan dedicar a sus hijos menores. «Es importante crear un vínculo emocional desde el primer momento, y empezar a trabajar con los hijos las emociones desde los dos años. Lo que siembras los dos primeros años de vida es importante para establecer límites, normas, afectos y aprender a tomar decisiones», sostiene. La experta afirmó que las familias que ofrecen sobreprotección a sus hijos «les hacen un flaco favor».